Editorial Alaire

Suelo soñarte, a veces,
en la bruma turquesa de tus ojos cerrados,
viendo pasar las aves perdidas en tu boca,
pero no sé decirte
qué detiene la vista
en esa edad concreta de la historia.

La luz de un tiempo limpio
se cuela de milagro, y yo olvido en mi pecho
que el alma no se toca,
que el alma no contesta,
igual que esas preguntas que miran hacia el cielo
sin recibir disculpas.

¿ Por qué se precipita lo que ignoro de ti?,
(interrogo en la noche, la ciudad despoblada).

Tragado por el aire como una voz en paso,
clamado por el mar,
un mar imperativo que me espera
como un cobijo de intimidad ajena
sin domicilio propio,
sin esqueleto alguno.

Ya no hay prontos ni tardes,
somos espacios que se desocupan,
solo existe el instante
que permite la vida.

Manuel, te queda esqueleto, cuerpo, y alma para escribir lo que escribes, amigo mío...

Un abrazo.

Me gustan tus poemas, éste me atrapó y lo aplico a mi vida
Besos
Pilar

Como dice Quinteño, te queda mucho esqueleto
para poner carne de buena poesía en cada poema.

Un placer de lectura, amigo

Guillermo

Manuel Sánchez escribió:Suelo soñarte, a veces,
en la bruma turquesa de tus ojos cerrados,
viendo pasar las aves perdidas en tu boca,
pero no sé decirte
qué detiene la vista
en esa edad concreta de la historia.

La luz de un tiempo limpio
se cuela de milagro, y yo olvido en mi pecho
que el alma no se toca,
que el alma no contesta,
igual que esas preguntas que miran hacia el cielo
sin recibir disculpas.

¿ Por qué se precipita lo que ignoro de ti?,
(interrogo en la noche, la ciudad despoblada).

Tragado por el aire como una voz en paso,
clamado por el mar,
un mar imperativo que me espera
como un cobijo de intimidad ajena
sin domicilio propio,
sin esqueleto alguno.

Ya no hay prontos ni tardes,
somos espacios que se desocupan,
solo existe el instante
que permite la vida.

Será el dolor físico que ahora mismo me aqueja (mi estómago que no me da tregua), será la tarde con un sol derritiéndose melancólico entre los edificios de la universidad o nada de todo esto o tal vez todo junto, pero tus versos me han llegado como las suaves y dulces notas de un adagio, bellamente tristes.
Un beso y un abrazo, poeta

Una tristeza muy real siento en tus versos, Manuel, versos sostenidos de calidad y belleza.

Un abrazo.

Manuel ¡ qué fácilmente leo tus poemas, se deslizan rápidos y seguros por los ojos y los sentidos, ves las imágenes y palpas las situaciones... será el mar seguro.

Gracias por compartir.

Saludos de mar a mar.

Quinteño, bueno me queda , pero poco.
Muchas gracias, amigo.
Un fuerte abrazo

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Pilar, me alegra que te guste lo que escribo. Te agradezco tu lectura.
Un fuerte abrazo.

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Guillermo, gracias por tu ánimo y por la lectura de este poema.
Un fuerte abrazo.

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Amiga Liz, mi agradecimiento por tu comentario, siempre tan cariñoso con mis escritos y conmigo.
Un fuerte abrazo.

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Isabe, el estado de ánimo varia, y con él la obra creativa.
Muchas gracias, y un fuerte abrazo.

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Será el mar, sin duda, Concha. De todas formas yo ya no sé hacer otro tipo de poesía que no sea real e íntima.
Muchas gracias y un fuerte abrazo, amiga.

Hermoso poema de Manuel.

Verdaderamente hermoso. La tristeza se filtra entre los dientes hasta ese esqueleto inexistente y, sin embargo, tan doloroso. Un placer leerte.
Un abrazo.
Pepa