Editorial Alaire

Como una luz enferma de tristeza
insiste su presencia de pequeño silencio,
de territorio lento,
los rastros de carmín destituido
y un abrigo holandés, así era ella.
Ese esforzado afán por ser la otra,
por empezar de nuevo.

En el café de un barrio bien,
en las primeras horas
en las que se amontona
la soledad marfil sobre las mesas,
los asientos de terciopelo ambiguo
tienen ciertos recuerdos que son suyos;
un tiempo que ahora adquiere carácter inmediato.

Tuvimos una vez la idea asceta
de lo que suponía ser feliz.
Eres una mujer de imágenes prohibidas.
Y contestó: no todos los poemas son mentira.

Vuelves, tras el cristal, a ser un guante
que la vida penetra,
como un cuerpo habitado que necesita amar
después de cien inviernos donde dormir a solas.
Y unos ojos
que parecen decir:
no quiero regresar jamás del brillo.

¿Ves qué bien he hecho en hacer una pausa entre contabilidades e Impuestos?

Porque mne ha dado cierta paz y alegría este precioso y tierno poema.

Abrazos Manuel, mediterráneos claro.

Qué placer encontrar poemas con los que se disfruta por su belleza y buen hacer
Abrazos
Pilar

Bien llevada la historia que nos narras, Manuel. desde el titulo hasta lograr algunas buenas imágenes.
Un placer con un abrazo amigo.

Un placer la lectura de tu poema.

Saludos cordiales,

Ángel

Aplausos, porque las palabras no me alcanzan.
Un abrazo.
Pepa

Magnífico poema, Manuel. Amorosamente lírico o líricamente amoroso.

Bien acompañado por magníficas imágenes, y un grato sabor a deseo.

Un abrazo

Concha, tanto numero no es bueno para la salud, lo sé por experiencia. Haces bien en cambiarlos de vez en cuando por las letras.
Un abrazo desde las aguas del mismo mar.

[quote="Manuel Sánchez"]

Bellísimos versos, llenos de esa melancolía que dan los recuerdos. Un abrazo, amigo.

Precioso. Qué más se puede decir ante tanto sentimiento respirado en su poema, quizá que estoy de acuerdo con lo que ella dijo, y que voy a escribir por segunda vez en esta madrugada que quiero creer, desde el fondo de mi corazón, que Pessoa se equivocó y mucho.

Qué bien lo hace, señor poeta.

Un abrazo.

Viví

Pilar, me alegro mucho que te hayas sentido bien leyendo este poema.
Te agradezco tu amable comentario.
Un fuerte abrazo

Un abrazo Quinteño. Te agardezco tu comentario, amigo.

Liz, siempre es un placer leer tus comentarios, amiga. Son un respaldo que yo te agradezco mucho.
Un fuerte abrazo

Angel, me alegra mucho que te haya gustado el poema. Y que hayas querido decirmelo en este mensaje. Muchas gracias.
Un fuerte abrazo