Coplas escatológicas
Publicado: Vie, 04 Ene 2013 19:13
COPLAS ESCATOLÓGICAS
Se van cayendo mis años
como pétalos del tiempo
de mi vida;
Son como suspiros blancos
de una flor que sin remedio
se marchita.
Ya van dejando mis pasos
horizontes a lo lejos:
Son mis días.
desiertos que ya he cruzado,
pasados de los que vengo,
despedidas..
Y va la vida pasando,
que al tiempo que voy viviendo,
tan deprisa,
me voy la vida dejando,
y el futuro consumiéndolo
en cenizas.
Ya está en mi esquife bogando
el silencioso barquero
a esa orilla,
en que me están aguardando
los que un día precedieron
mi partida;
Y al fin mi generación,
está formando en la puerta
de la muerte,
esperando oír la voz
que reclama a los que esperan:
"¡el siguiente!"
***
Este viaje que me espera
al final de la jornada
de mi vida,
¿Será como el que despierta
de una noche de agitada
pesadilla?
¿Será alegre y luminoso?
Paraíso, cielo eterno,
¿Donde estáis?
¿Será un encuentro gozoso?
Los que partisteis primero
¿Me esperáis?
¿Será como si saltara
en un infinito abismo
y en caída,
no alcance nunca parada
ni encuentre nunca el camino
de salida?
¿O sólo un silencio largo,
una tumba fría e inerte,
una espera,
hasta que de Dios llamado
al fin del tiempo despierte
de esta tierra?
Cuando se cierren mis ojos,
cuando mueran mis sentidos,
¿Que veré?
Cuando mi oído esté sordo
y mi pulso ya sin ritmo,
¿Sentiré?
¿Qué es el alma sin el cuerpo?
¿Podré amar sin corazón?
¿Sin sentir?
¿Qué es la razón sin cerebro?
Vivir sin resurrección,
¿Es vivir?
¿Y si Dios me llama a juicio,
¿Quien será mi valedor?
¿Mi testigo?
Los que vivisteis conmigo,
¿Hablaréis a mi favor,
como amigos?
***
Nadie conoce el secreto,
ni ha narrado esta odisea
sin regreso;
Y aunque queramos saberlo,
Nadie ha cruzado esta puerta,
que haya vuelto.
No es capaz la inteligencia
de traspasar el misterio
de la muerte.
No pueden nuestras potencias
desvelar por nuestros medios
nuestra suerte.
Son dos tiempos inconexos:
Hay un antes y un después;
son dos mundos;
hay una tierra y un cielo,
un existir que se ve,
y otro oculto.
Sólo un Dios está en los dos;
sólo Él con su mirada
da sentido,
a lo que el tiempo cubrió
y a lo que guarda el mañana
que aún no hasido.
Sólo la fe que Él me ha dado
atisba a rasgar el velo
del abismo;
Y el que a Si se ha revelado,
nos ha mostrado entreabiertos
sus designios.
El Dios en el que vivimos,
el Dios en que nos movemos
y existimos,
el que era en un principio,
el que es y será eterno
por los siglos.
Ángel Sarroca
Se van cayendo mis años
como pétalos del tiempo
de mi vida;
Son como suspiros blancos
de una flor que sin remedio
se marchita.
Ya van dejando mis pasos
horizontes a lo lejos:
Son mis días.
desiertos que ya he cruzado,
pasados de los que vengo,
despedidas..
Y va la vida pasando,
que al tiempo que voy viviendo,
tan deprisa,
me voy la vida dejando,
y el futuro consumiéndolo
en cenizas.
Ya está en mi esquife bogando
el silencioso barquero
a esa orilla,
en que me están aguardando
los que un día precedieron
mi partida;
Y al fin mi generación,
está formando en la puerta
de la muerte,
esperando oír la voz
que reclama a los que esperan:
"¡el siguiente!"
***
Este viaje que me espera
al final de la jornada
de mi vida,
¿Será como el que despierta
de una noche de agitada
pesadilla?
¿Será alegre y luminoso?
Paraíso, cielo eterno,
¿Donde estáis?
¿Será un encuentro gozoso?
Los que partisteis primero
¿Me esperáis?
¿Será como si saltara
en un infinito abismo
y en caída,
no alcance nunca parada
ni encuentre nunca el camino
de salida?
¿O sólo un silencio largo,
una tumba fría e inerte,
una espera,
hasta que de Dios llamado
al fin del tiempo despierte
de esta tierra?
Cuando se cierren mis ojos,
cuando mueran mis sentidos,
¿Que veré?
Cuando mi oído esté sordo
y mi pulso ya sin ritmo,
¿Sentiré?
¿Qué es el alma sin el cuerpo?
¿Podré amar sin corazón?
¿Sin sentir?
¿Qué es la razón sin cerebro?
Vivir sin resurrección,
¿Es vivir?
¿Y si Dios me llama a juicio,
¿Quien será mi valedor?
¿Mi testigo?
Los que vivisteis conmigo,
¿Hablaréis a mi favor,
como amigos?
***
Nadie conoce el secreto,
ni ha narrado esta odisea
sin regreso;
Y aunque queramos saberlo,
Nadie ha cruzado esta puerta,
que haya vuelto.
No es capaz la inteligencia
de traspasar el misterio
de la muerte.
No pueden nuestras potencias
desvelar por nuestros medios
nuestra suerte.
Son dos tiempos inconexos:
Hay un antes y un después;
son dos mundos;
hay una tierra y un cielo,
un existir que se ve,
y otro oculto.
Sólo un Dios está en los dos;
sólo Él con su mirada
da sentido,
a lo que el tiempo cubrió
y a lo que guarda el mañana
que aún no hasido.
Sólo la fe que Él me ha dado
atisba a rasgar el velo
del abismo;
Y el que a Si se ha revelado,
nos ha mostrado entreabiertos
sus designios.
El Dios en el que vivimos,
el Dios en que nos movemos
y existimos,
el que era en un principio,
el que es y será eterno
por los siglos.
Ángel Sarroca