TEMPLO 2 (EL NACIMIENTO DE PÁRIS)
Publicado: Jue, 27 Mar 2008 5:26
Templo 2
(El nacimiento de Páris)
Sólo te diré que te quiero por hoy, mañana te imaginaré.
Y vendrá la marea y le besaré los pies a los coitos de los huracanes.
Tal vez te recuerde en algún milisegundo grave y te eternice.
Tal vez si sólo el juego permite su espejo, haga rosas de los pudrideros.
Tal vez, el coro de capuchas sea perfecto, y haya un rito más que canto.
El caso no ofrece un broche para el silencio con el que miras.
Sólo te diré que te quiero por hoy, y que mañana imaginaré que te imaginé
Y me pondré a tu lado, para esparcirte el polvo de un segundo.
Sólo te diré que te quiero por hoy, y que mañana imaginaré que te imaginé imaginándome,
Pues no hay sólo un hombre a mi lado, el otro me dicta sus sentencias.
Sólo te puedo hallar en el dolor, sólo te puedo hallar en el dolor,
En la resistencia de un suspiro,
En lo que se imagina que se imaginó el niño que cruzó esta calle y al verte
Te dijo: “entra…hemos llegado tarde, tarde, noche,
La trompeta estrechó su mirada y te imaginó despierto”.
Paulo San Páris
(El nacimiento de Páris)
Sólo te diré que te quiero por hoy, mañana te imaginaré.
Y vendrá la marea y le besaré los pies a los coitos de los huracanes.
Tal vez te recuerde en algún milisegundo grave y te eternice.
Tal vez si sólo el juego permite su espejo, haga rosas de los pudrideros.
Tal vez, el coro de capuchas sea perfecto, y haya un rito más que canto.
El caso no ofrece un broche para el silencio con el que miras.
Sólo te diré que te quiero por hoy, y que mañana imaginaré que te imaginé
Y me pondré a tu lado, para esparcirte el polvo de un segundo.
Sólo te diré que te quiero por hoy, y que mañana imaginaré que te imaginé imaginándome,
Pues no hay sólo un hombre a mi lado, el otro me dicta sus sentencias.
Sólo te puedo hallar en el dolor, sólo te puedo hallar en el dolor,
En la resistencia de un suspiro,
En lo que se imagina que se imaginó el niño que cruzó esta calle y al verte
Te dijo: “entra…hemos llegado tarde, tarde, noche,
La trompeta estrechó su mirada y te imaginó despierto”.
Paulo San Páris