Editorial Alaire

Es un lugar donde no llueve.

Hay pasajeros sin navío, hombres abstractos,
relojes impuntuales como la verdad gris.

¿Dime el número, el jardín, la sombra
que abre los ascensores, quizá el secreto
de los lunes que azulean?

Has escondido la singladura en un patinaje o en la metáfora
del niño que golpea la puerta invisible.

Yo miro los colores, la ausencia de los tejados,
la derrota de los espejos en mi rutina de cíclope.

No pienso en el viaje- sólo hay un viaje en las venas
de la ciudad que me llama, que me elige con razones desnudas,
con ojos de bienaventuranza -.

Moriré bajo las lunas inhóspitas, mis horarios sacrifican
la piel, cabalgan en la atadura de los días anfibios.

Seis meses que roban la luz a las insignias olvidadas,
al llanto de los profetas sin nombre.

No pienso en el viaje- sólo hay un viaje en las venas
de la ciudad que me llama, que me elige con razones desnudas,
con ojos de bienaventuranza

Me quedo con estos versos que me reconocen. Precioso poema
Abrazos
Pilar

Tu imaginación no conoce límites, amigo.

Un poema de conciencia, que nos muestra ese sin lugar en el que somos eternos y a la vez, nunca hemos sido.

Angustia y esperanza.

Me quedo con esos hombres abstractos que que decoran nuestra vida y nuestra muerte.

Un abrazo, poeta.

[quote="Ramón Carballal"]

Buenos versos, llenos de vida, impregnados de una fantasía desbordante. Un abrazo.

Magníficas imágenes y metáforas. Verdaderamente me ha parecido un excelente y precioso poema. Mis felicitaciones sinceras, Ramón. Un abrazo.

Hola Ramón, fantástico poema que nos lleva a la cumbre de la meditación. Un lujo encontrarse nuevamente con tu espacio colorido de metáforas e imponentes imágenes. Toda mi admiración. Feliz Navidad.

Ramón Carballal escribió:Es un lugar donde no llueve.

Hay pasajeros sin navío, hombres abstractos,
relojes impuntuales como la verdad gris.

¿Dime el número, el jardín, la sombra
que abre los ascensores, quizá el secreto
de los lunes que azulean?

Has escondido la singladura en un patinaje o en la metáfora
del niño que golpea la puerta invisible.

Yo miro los colores, la ausencia de los tejados,
la derrota de los espejos en mi rutina de cíclope.

No pienso en el viaje- sólo hay un viaje en las venas
de la ciudad que me llama, que me elige con razones desnudas,
con ojos de bienaventuranza -.

Moriré bajo las lunas inhóspitas, mis horarios sacrifican
la piel, cabalgan en la atadura de los días anfibios.

Seis meses que roban la luz a las insignias olvidadas,
al llanto de los profetas sin nombre.

Un trabajo Sum Cum Laude, Ramón. Será difícil encontrar un poema de exilio más hermoso y mejor construido que éste.

Ovación cerradísima y sostenida.

Unha forte aperta y lo mejor del 2013 para ti y los tuyos.


Hallie

Un placer leer sus trazos poéticos,
le dejo saludos cordiales.

Pilar Morte escribió:No pienso en el viaje- sólo hay un viaje en las venas
de la ciudad que me llama, que me elige con razones desnudas,
con ojos de bienaventuranza

Me quedo con estos versos que me reconocen. Precioso poema
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por tu lectura y amables palabras. Un abrazo.

Estar lejos de tus propios ideales no es grato,
ero estar cerca de uno mismo es obligatorio.
Disfruté de tus efluvios metafóricos gratamente.

un abrazo

Guillermo

Aprovecho la lectura de tu hermoso poema, amigo Ramón, para desearte una feliz Navidad en compañía de los tuyos.
Un cordial abrazo.

Luis Oroz escribió:Tu imaginación no conoce límites, amigo.

Un poema de conciencia, que nos muestra ese sin lugar en el que somos eternos y a la vez, nunca hemos sido.

Angustia y esperanza.

Me quedo con esos hombres abstractos que que decoran nuestra vida y nuestra muerte.

Un abrazo, poeta.

Gracias, Luis, por acercarte a mi poema y dejarme tu comentario. Un abrazo.

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Ramón Carballal escribió:
Buenos versos, llenos de vida, impregnados de una fantasía desbordante. Un abrazo.

Gracias, Roberto, por tu lectura y amables palabras. Un abrazo.

Quedo atrapada en las bellas metáforas que nos dejas. Es fascinante entrar en un mundo cargado de sensaciones que te obligan a contener la respiración.

Muy pero que muy bonito, Ramón.

Feliz Navidad.