ATRACCION
Publicado: Mié, 19 Dic 2012 17:27
Mírame tan profundo
como el alma te deje,
que no separe el aire tu boca de la mía,
que no se rompa el día cuando la noche acuda,
que la duda me encuentre
abrazado a tu abrazo,
contando los minutos entre latidos,
esperando la aurora en la arena de tu pelo,
bañándome en los mares de tu mirada.
Que nada me distraiga cuando me llames,
cuando esperes paciente mi voz de luna,
cuando vacios de horas nos contemplemos,
desnudos de miradas,
eternamente carne acariciadamente viva.
Que el deseo nos halle
inmaculadamente unidos
a las puertas del fuego bebiendo la penumbra,
que los muros se rompan
y el musculo separe en dos tu entraña,
y nos quedemos siglos atravesando heridas,
inventándonos danzas
para bailar unidos,
atados al deseo jamás pintado en la palabra.
Siénteme tan cercano
como el ansia te permita,
que mi cuerpo está abierto
al cuchillo de tu boca,
esperando la roca que oculte la salida,
el sol que rompa el velo
que esconde la lujuria,
el deseo interminable de tu caricia
y la avaricia en el surco de tu abrazo,
y tus dedos arando
los campos de mi espalda.
Mírame tan profundo
como el verde inacabable
de tus ojos de niña enamorada.
como el alma te deje,
que no separe el aire tu boca de la mía,
que no se rompa el día cuando la noche acuda,
que la duda me encuentre
abrazado a tu abrazo,
contando los minutos entre latidos,
esperando la aurora en la arena de tu pelo,
bañándome en los mares de tu mirada.
Que nada me distraiga cuando me llames,
cuando esperes paciente mi voz de luna,
cuando vacios de horas nos contemplemos,
desnudos de miradas,
eternamente carne acariciadamente viva.
Que el deseo nos halle
inmaculadamente unidos
a las puertas del fuego bebiendo la penumbra,
que los muros se rompan
y el musculo separe en dos tu entraña,
y nos quedemos siglos atravesando heridas,
inventándonos danzas
para bailar unidos,
atados al deseo jamás pintado en la palabra.
Siénteme tan cercano
como el ansia te permita,
que mi cuerpo está abierto
al cuchillo de tu boca,
esperando la roca que oculte la salida,
el sol que rompa el velo
que esconde la lujuria,
el deseo interminable de tu caricia
y la avaricia en el surco de tu abrazo,
y tus dedos arando
los campos de mi espalda.
Mírame tan profundo
como el verde inacabable
de tus ojos de niña enamorada.