RESURRECCIÓN

[Miguel Alcantud]

Que dulce sentir entre mis dedos
la mágica danza de tu cabello ardiente,
la hiriente sinfonía de tus labios
reptando a lo profundo de mi boca,
las cumbres de tu pecho rompiendo
el horizonte de la penumbra,
la desnudez alada de tus piernas
tejiendo la piel entre mañanas
cuando aún el sol es sueño
y el miedo madrugada en el deseo.

Que dulce volar entre los linos
que apenas ocultan
las dunas de tu espalda,
arder en los incendios de tu abrazo,
bebiendo el recorrido
de tus pasos al son de los silencios
del deseo incontenible,
tenerte en la pasión incontrolada
de los gritos innombrables,
atarme a las velas de tu nave aventura
y navegar juntos por los mares
heridos de la furia.

Que dulce lentitud en tu regazo,
el descenso pausado de tu vientre
en la pendiente febril
de las olas arboladas de tu sexo,
de las puertas entreabiertas del cielo de tu entraña,
de la maraña oculta en la locura de tenerte,
en el arco de tu espalda en las flechas del delirio,
en el martirio aceptado del deseo incontenido,
en la muerte acariciada de las horas diferentes.

Que dulce tener la voz para nombrarte
y sentir que me llamas cada día
a morir en las batallas de tu cuerpo
desangrado, oculto,…
resucitado.

[Hallie Hernández Alfaro]

Precioso y con un ritmo magnífico, Miguel.

Tus poemas de amor son tan desbordantes en belleza onírica, ya soñada, imaginada, real, aspirada. Aplaudo tu gran hacer lírico.


Salud y felicidad,


Hallie

[Miguel Alcantud]

Precioso y con un ritmo magnífico, Miguel.

Tus poemas de amor son tan desbordantes en belleza onírica, ya soñada, imaginada, real, aspirada. Aplaudo tu gran hacer lírico.


Salud y felicidad,


Hallie

Gracias como siempre amiga Hallie por estar entre mis versos. Un abrazo

[lazaro Habana]

Que dulce sentir entre mis dedos
la mágica danza de tu cabello ardiente,
la hiriente sinfonía de tus labios
reptando a lo profundo de mi boca,
las cumbres de tu pecho rompiendo
el horizonte de la penumbra,
la desnudez alada de tus piernas
tejiendo la piel entre mañanas
cuando aún el sol es sueño
y el miedo madrugada en el deseo.

Que dulce volar entre los linos
que apenas ocultan
las dunas de tu espalda,
arder en los incendios de tu abrazo,
bebiendo el recorrido
de tus pasos al son de los silencios
del deseo incontenible,
tenerte en la pasión incontrolada
de los gritos innombrables,
atarme a las velas de tu nave aventura
y navegar juntos por los mares
heridos de la furia.

Que dulce lentitud en tu regazo,
el descenso pausado de tu vientre
en la pendiente febril
de las olas arboladas de tu sexo,
de las puertas entreabiertas del cielo de tu entraña,
de la maraña oculta en la locura de tenerte,
en el arco de tu espalda en las flechas del delirio,
en el martirio aceptado del deseo incontenido,
en la muerte acariciada de las horas diferentes.

Que dulce tener la voz para nombrarte
y sentir que me llamas cada día
a morir en las batallas de tu cuerpo
desangrado, oculto,…
resucitado.

Ya desde el mismo título, supe que iba a leer algo exquisito.
Muy buen poema ! Con todos los ingredientes románticos necesarios.

Abrazos Miguel

lázaro.

[Miguel Alcantud]

Que dulce sentir entre mis dedos
la mágica danza de tu cabello ardiente,
la hiriente sinfonía de tus labios
reptando a lo profundo de mi boca,
las cumbres de tu pecho rompiendo
el horizonte de la penumbra,
la desnudez alada de tus piernas
tejiendo la piel entre mañanas
cuando aún el sol es sueño
y el miedo madrugada en el deseo.

Que dulce volar entre los linos
que apenas ocultan
las dunas de tu espalda,
arder en los incendios de tu abrazo,
bebiendo el recorrido
de tus pasos al son de los silencios
del deseo incontenible,
tenerte en la pasión incontrolada
de los gritos innombrables,
atarme a las velas de tu nave aventura
y navegar juntos por los mares
heridos de la furia.

Que dulce lentitud en tu regazo,
el descenso pausado de tu vientre
en la pendiente febril
de las olas arboladas de tu sexo,
de las puertas entreabiertas del cielo de tu entraña,
de la maraña oculta en la locura de tenerte,
en el arco de tu espalda en las flechas del delirio,
en el martirio aceptado del deseo incontenido,
en la muerte acariciada de las horas diferentes.

Que dulce tener la voz para nombrarte
y sentir que me llamas cada día
a morir en las batallas de tu cuerpo
desangrado, oculto,…
resucitado.

Ya desde el mismo título, supe que iba a leer algo exquisito.
Muy buen poema ! Con todos los ingredientes románticos necesarios.

Abrazos Miguel

lázaro.

Muchas gracias amigo Lazaro, encantado de verte por mis letras. Un abrazo amigo

[Rafel Calle]

Hermoso poema de Alcantud.

[Josefa A. Sánchez]

Resucita el corazón leyendo poemas tan hermosos como este. Una maravilla que ha sido un gusto leer.
Un abrazo.
Pepa

[Miguel Alcantud]

Hermoso poema de Alcantud.

Muchas gracias amigo Rafel es un honor para mi contar con tu lectura. Un abrazo

[Miguel Alcantud]

Resucita el corazón leyendo poemas tan hermosos como este. Una maravilla que ha sido un gusto leer.
Un abrazo.
Pepa

Un placer tenerte de nuevo por mis letras amiga Josefa. Un abrazo

[Mariluz Reyes]

Un poema de amor para aplaudir amigo poeta,
ya seguiré leyéndote. Feliz navidad

[Miguel Alcantud]

Un poema de amor para aplaudir amigo poeta,
ya seguiré leyéndote. Feliz navidad

Muchas gracias compañera Mariluz. Un placer tenerte entre mis letras