De ella vive el hombre (ilusión)
Publicado: Lun, 10 Dic 2012 18:17
Abraza su collar de madreselva
como alambre encelado
el mástil de mi velero.
Con hilo de plata recose la vela
mientras yo por ella sueño,
y sobre el arcén almidonado
que acompaña mi sueño:
su estela.
Supura su perfume
en puertos que atraca,
donde hombres de trapo y escoba
empujan montañas
en sus ciudades de trigo,
y de su mano desafían tempestades
los marineros más atrevidos.
De oliva y yerba
suela de mis zapatos,
de aceite y menta
impregna los caminos.
Tu boca solada de brea,
colmados de tu jarabe mis labios,
besados en océanos de carmín
por la comisura de las olas.
No encuentro atajos cuando te busco,
solo intuyo alivio cuando te acercas.
Inyecta clorofila en mis brazos
y desbroza canas de mi alma.
Asalta barricadas de escombros,
satura barricas de viñedo.
Alienta borracheras de vida
que hacen girar la tierra.
Raíces como culebras violan mi integridad
y desabrochan de mi pecho su corteza.
Permuta el sauce en pino
que succiona el arrebol del atardecer,
y dona su zumo a mis venas,
cuando el ocaso derrama ilusiones
desde la profecía de su umbría
...y sin pena,
hasta vaciar su última veta.
Porque solo cuando te persigo,
...solo entonces eres mía.
como alambre encelado
el mástil de mi velero.
Con hilo de plata recose la vela
mientras yo por ella sueño,
y sobre el arcén almidonado
que acompaña mi sueño:
su estela.
Supura su perfume
en puertos que atraca,
donde hombres de trapo y escoba
empujan montañas
en sus ciudades de trigo,
y de su mano desafían tempestades
los marineros más atrevidos.
De oliva y yerba
suela de mis zapatos,
de aceite y menta
impregna los caminos.
Tu boca solada de brea,
colmados de tu jarabe mis labios,
besados en océanos de carmín
por la comisura de las olas.
No encuentro atajos cuando te busco,
solo intuyo alivio cuando te acercas.
Inyecta clorofila en mis brazos
y desbroza canas de mi alma.
Asalta barricadas de escombros,
satura barricas de viñedo.
Alienta borracheras de vida
que hacen girar la tierra.
Raíces como culebras violan mi integridad
y desabrochan de mi pecho su corteza.
Permuta el sauce en pino
que succiona el arrebol del atardecer,
y dona su zumo a mis venas,
cuando el ocaso derrama ilusiones
desde la profecía de su umbría
...y sin pena,
hasta vaciar su última veta.
Porque solo cuando te persigo,
...solo entonces eres mía.