FELIZ NAVIDAD
Publicado: Mar, 04 Dic 2012 11:56
Acompañó la mano a la memoria
y entre los dedos, pétalos dormidos
en las gélidas calles preñadas de neones,
indiferente al paso de las risas colectivas,
apretado a su pecho sarmiento
esa cara menuda, naciente y sin embargo
sepultada en la pena inocente de los pocos años.
Apenas de su boca las últimas palabras,
la dura letanía, la súplica reiterada,
la nada para aumentar la miseria
de la acera pintada de mugres urbanas,
de indiferentes miradas, de desprecios…
Y, allí, junto a su piel pergamino, grabado en el dolor
el color blanquecino de apenas cinco lunas
envuelto en la maraña de ropas olvidadas
en la conciencia de bolsas sin nombre
y dueños sin destino,
inmóvil, como el alma de la marea de los cuerpos nocturnos,
indiferentes al paso del sentimiento perdido,
ese trozo de carne dormida para siempre
en los brazos de hierro de la miseria,
la mano extendida,
la boca apenas sentida en los labios ausentes
esperando la aurora para morir con ella
en su destino,
para volar a las calles del aire
y dormir entre las flores del olvido…
Medianoche entre los bosques de luz
y las paredes de cristal de los deseos,
noche entera, sepultada en las aceras
de los cuerpos ateridos…
Feliz Navidad.
y entre los dedos, pétalos dormidos
en las gélidas calles preñadas de neones,
indiferente al paso de las risas colectivas,
apretado a su pecho sarmiento
esa cara menuda, naciente y sin embargo
sepultada en la pena inocente de los pocos años.
Apenas de su boca las últimas palabras,
la dura letanía, la súplica reiterada,
la nada para aumentar la miseria
de la acera pintada de mugres urbanas,
de indiferentes miradas, de desprecios…
Y, allí, junto a su piel pergamino, grabado en el dolor
el color blanquecino de apenas cinco lunas
envuelto en la maraña de ropas olvidadas
en la conciencia de bolsas sin nombre
y dueños sin destino,
inmóvil, como el alma de la marea de los cuerpos nocturnos,
indiferentes al paso del sentimiento perdido,
ese trozo de carne dormida para siempre
en los brazos de hierro de la miseria,
la mano extendida,
la boca apenas sentida en los labios ausentes
esperando la aurora para morir con ella
en su destino,
para volar a las calles del aire
y dormir entre las flores del olvido…
Medianoche entre los bosques de luz
y las paredes de cristal de los deseos,
noche entera, sepultada en las aceras
de los cuerpos ateridos…
Feliz Navidad.