Un poeta en tu vida (L XIII)
Publicado: Dom, 02 Dic 2012 22:54
Os dejo aquí un pequeño ejercicio de composición en ritmo ternario (apoyo tónico cada tres sílabas) con unas cuantas anacrusas por si las queréis buscar.
Un poeta en tu vida
Mujer...
¿Quieres poner un poeta en tu vida?
Lo tienes muy fácil.
Me instalo en tu alcoba, y espero a que llegues
cansada, sin ganas de hacer otra cosa
que entrar en la ducha y dejarte abrazar
por el agua templada que yo perfumara
con pétalos rojos y flores salvajes de Madagascar.
Luego...
Déjame estar un ratito en tus brazos,
oír los latidos de tu desventura, ayudarte a expresar
en compases de un vals los suspiros de niña traviesa
que engarzan la risa de abrazos furtivos con tu jadear.
Te aseguro que sólo pretendo vivir el momento,
dejar que te bese la brisa y volver a enseñarte
las pocas verdades holladas por cientos de pasos
de la humanidad:
La primera es quererte a ti misma.
La segunda dejar que te quieran.
La tercera querer sin mesura.
¿Y la cuarta?
Ay, cariño, la cuarta es secreto que guardo
por si necesitas poner en tu vida un poeta que sepa
besarte despacio sin miedo al pecado,
volverte a besar hasta el rojo insumiso que funda los puentes
que hay dentro de ti, se derrita la niebla de tus menesteres
y acaben exangües tus ansias de más.
Pon un poeta en tu vida, mujer.
Lo tienes muy fácil.
Vuelve a soñar.
Víctor F. Mallada
Un poeta en tu vida
Mujer...
¿Quieres poner un poeta en tu vida?
Lo tienes muy fácil.
Me instalo en tu alcoba, y espero a que llegues
cansada, sin ganas de hacer otra cosa
que entrar en la ducha y dejarte abrazar
por el agua templada que yo perfumara
con pétalos rojos y flores salvajes de Madagascar.
Luego...
Déjame estar un ratito en tus brazos,
oír los latidos de tu desventura, ayudarte a expresar
en compases de un vals los suspiros de niña traviesa
que engarzan la risa de abrazos furtivos con tu jadear.
Te aseguro que sólo pretendo vivir el momento,
dejar que te bese la brisa y volver a enseñarte
las pocas verdades holladas por cientos de pasos
de la humanidad:
La primera es quererte a ti misma.
La segunda dejar que te quieran.
La tercera querer sin mesura.
¿Y la cuarta?
Ay, cariño, la cuarta es secreto que guardo
por si necesitas poner en tu vida un poeta que sepa
besarte despacio sin miedo al pecado,
volverte a besar hasta el rojo insumiso que funda los puentes
que hay dentro de ti, se derrita la niebla de tus menesteres
y acaben exangües tus ansias de más.
Pon un poeta en tu vida, mujer.
Lo tienes muy fácil.
Vuelve a soñar.
Víctor F. Mallada