Editorial Alaire

A mi nieta Ana,
a quien le gusta reírse de lo que yo escribo



Pobre Chelo
su desvelo, no lo olvidaré jamás.
Era su nombre Consuelo
y era un tocino de cielo
además.

Permanece en mi memoria.
la historia de un caramelo
de familia migratoria,
que a mí me sabía a gloria
porque llegaba del cielo.

Cocinaba como nadie la gallina en pepitoria,
y entre euforia, solía lanzar al aire
alguna jaculatoria.

¡Que ternura más notoria!
¡que tardes bajo el ciruelo!
¡que atracones de buñuelo!
hasta rodar por el suelo,
y después………..
¡a montarnos en la noria!

Manuel Sánchez escribió:A mi nieta Ana,
a quien le gusta reírse de lo que yo escribo



Pobre Chelo
su desvelo, no lo olvidaré jamás.
Era su nombre Consuelo
y era un tocino de cielo
además.

Permanece en mi memoria.
la historia de un caramelo
de familia migratoria,
que a mí me sabía a gloria
porque llegaba del cielo.

Cocinaba como nadie la gallina en pepitoria,
y entre euforia, solía lanzar al aire
alguna jaculatoria.

¡Que ternura más notoria!
¡que tardes bajo el ciruelo!
¡que atracones de buñuelo!
hasta rodar por el suelo,
y después………..
¡a montarnos en la noria!

Pues de mala poesía nada de nada, es una delicia con mucho humor y ternura.
Un gusto leerlo, Manuel.
Abrazos.

Manuel el humor mucho, y la buena poesía más...
Dile a tu nieta Ana que haga el favor de no reírse, que tiene un abuelo que es un cielo...
Felicidades y sorprendido por la rimas...
Un abrazo.

Yo he dado vueltas a esa noria, verso a verso,.
Lo dejaste con humor y por eso no menos poesía.

un abrazo

Manuel Sánchez escribió:A mi nieta Ana,
a quien le gusta reírse de lo que yo escribo



Pobre Chelo
su desvelo, no lo olvidaré jamás.
Era su nombre Consuelo
y era un tocino de cielo
además.

Permanece en mi memoria.
la historia de un caramelo
de familia migratoria,
que a mí me sabía a gloria
porque llegaba del cielo.

Cocinaba como nadie la gallina en pepitoria,
y entre euforia, solía lanzar al aire
alguna jaculatoria.

¡Que ternura más notoria!
¡que tardes bajo el ciruelo!
¡que atracones de buñuelo!
hasta rodar por el suelo,
y después………..
¡a montarnos en la noria!

Estos versos son un carrusel de ternura y emoción. Me han encantado, Manuel.

Salud, felicidad y un besito para Ana.

Hallie

¡Bravo! Gracias por la sonrisa que me has pintado en el rostro con estos maravillosos versos.
Abrazos y un beso para ti

De mala, nada. Poesía de la buena, tan dulce como los buñuelos, tan alegre como la noria. Me encanta.
Un abrazo.
Pepa

Bueno, Marisa, pues muchas gracias por tu comentario.
un abrazo.
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Quinteño, esa Ana es una gamberra de ocho años. Que cuando lee algo mio, pone cara de chiste. Yo entonces adivinando lo que piensa le digo como si fuese un adivinanza: ¿ qué, la gallina no? y ella dice, sí, y nos reimos juntos..
muchas gracias por tu amable comentario. Un abrazo.

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Guillermo muchas gracias por tu tiempo , tu lectura y tus palabras.
Un abrazo.

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Hallie, me alegro mucho que te haya parecido este poema como me dices. Te agradezco tu comentario, amiga. Un abrazo.

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Liz, buen sentido del humor, amiga. Me alegro. te agradezco tu cariñoso comentario. Un fuerte abrazo.
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Muchas gracias Pepa, qué amable eres siempre.
Un abrazo, amiga.