Editorial Alaire

Uno aprende a mirar detrás de los espejos,
a respetar el agua
que ya no tiene sitio en un diluvio,
a cerrarle los ojos a la historia
cuando esta muere sola
al lado de un camino.

Porque uno se acostumbra
a ser como los hombres,
a ser inapreciable,
a cruzar las fronteras sin armas en las manos,
mezclado entre los vientos y la nieve
como aquellos cafés
que se llenan de idiomas en las tardes de invierno.

La vida que vivimos está garantizada,
porque nada se mueve
en un tiempo de abrazos y campanas,
porque nada se opone
a la hermosa obediencia de mirar adelante.

No se inventó este mundo
para que yo faltase,
ni para que mis ojos convivan con mis sueños.
Sin otra luz que la de aquel poniente,
varias resmas de cuartillas en blanco,
voy a escribir la vida en mi presencia.

Manuel Sánchez escribió:Uno aprende a mirar detrás de los espejos,
a respetar el agua
que ya no tiene sitio en un diluvio,
a cerrarle los ojos a la historia
cuando esta muere sola
al lado de un camino.

Porque uno se acostumbra
a ser como los hombres,
a ser inapreciable,
a cruzar las fronteras sin armas en las manos,
mezclado entre los vientos y la nieve
como aquellos cafés
que se llenan de idiomas en las tardes de invierno.

La vida que vivimos está garantizada,
porque nada se mueve
en un tiempo de abrazos y campanas,
porque nada se opone
a la hermosa obediencia de mirar adelante.

No se inventó este mundo
para que yo faltase,
ni para que mis ojos convivan con mis sueños.
Sin otra luz que la de aquel poniente,
varias resmas de cuartillas en blanco,
voy a escribir la vida en mi presencia.

Magnifico poema, una meditación poética excelente, mis aplausos, felicitaciones.

Manuel Sánchez escribió:Uno aprende a mirar detrás de los espejos,
a respetar el agua
que ya no tiene sitio en un diluvio,
a cerrarle los ojos a la historia
cuando esta muere sola
al lado de un camino.

Porque uno se acostumbra
a ser como los hombres,
a ser inapreciable,
a cruzar las fronteras sin armas en las manos,
mezclado entre los vientos y la nieve
como aquellos cafés
que se llenan de idiomas en las tardes de invierno.

La vida que vivimos está garantizada,
porque nada se mueve
en un tiempo de abrazos y campanas,
porque nada se opone
a la hermosa obediencia de mirar adelante.

No se inventó este mundo
para que yo faltase,
ni para que mis ojos convivan con mis sueños.
Sin otra luz que la de aquel poniente,
varias resmas de cuartillas en blanco,
voy a escribir la vida en mi presencia.

Uff, qué manera de hacer poesía, de disparar versos grandilocuentes, bellos y profundos. Eres un señorón poeta, Manuel. Te aplaudo de pie y me felicito por tener la oportunidad de leerte.
Bravo, POETA

Así te saldrá una biografía exquisita, como este poema lleno de buen ritmo e imágenes
preciosas y precisas.

Un abrazo

Me uno a las felicitaciones a su obra regia amigo,
es un placer leerle.

Manuel en más de una ocasión he estado por decirte, que si algún día te da por escribir un poema con rimas asonantes, sería la reostia leerte.....
Felicitaciones con un abrazo.

Marius, te agradezco la lectura de este poema y tu valoración.
Un fuerte brazo.

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Amiga, Liz, yo soy el que te tengo que estar agradecido por tu lectura, y por tus cariñosos comentarios. Seguro que no me los merezco. A mi me encanta que tengas esa opinión que me manifiestas sobre mi poesía, y que lo pases bien cuando me lees. Espero no defraudar.
Un abrazo muy fuerte y GRACIAS.

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Guillermo muy agradecido por tu comentario.
un fuerte abrazo.
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Blanca un abrazo muy fuerte, amiga. Te lo agradezco mucho.

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Quinteño, eso lo dices porque a ti te gusta mucho la poesía rimada, y no solo te gusta, la dominas como has podido demostrar en numerosas ocasiones. Pero fíjate, yo tratando de evitar las asonancias en esto de la poesía libre, y tú invitándome a escribir con rima asonante, ja, ja, ja, No me digas que no es un despropósito……..bueno a lo mejor algún día me encuentro con ganas y me animo
Muchas gracias por tu amable comentario.
Un fuerte abrazo

Mirarte con los ojos que tu te miras y escribirte como tu te escribes es lo que yo llamo hacer poesía. Un placer presenciarlo.
Un abrazo.
Pepa

Pepa, puede que tengas razón, pero no olvides que hacer poesía no es lo mismo que hacer buena poesía.
Muchas gracias y un fuerte abrazo