Editorial Alaire

Y tengo que cantar caricias de un instante,
recuerdos que no existen, sombras que me abandonan.

El vapor, a lo lejos, sueña nuevas hazañas
que ahogan los anhelos
de Antiguas travesías de puertos y guitarras.

!Oh, juventud esquiva que fuiste y te marchaste
sin dejarme una seña de tu nuevo destino¡

Aparecen borrachos rasgando las esquinas,
donde arreglan fachadas, y rompen los periódicos.

Se apagaron las risas, farola engalanada
de soledad sin Dios cuando llega la herida
de amor sin ti, mi amante, de amor que no comprende
este torpe escenario que glosa soledad...

Ya sé que no me quieres. Lo siento y me castiga.
Creo que habría un viaje de sal si lo aceptaras.

(En el Poblado Marinero)

F.Enrique, te dejo a quí el testimonio de mi paso por tu poema. Ha sido un gusto su lectura.
Un fuerte abrazo

Que los recuerdos no empañen tu canto. Un placer asomarme a tus letras
Abrazos
Pilar

Gracias, Manuel, por pasarte por mi poema.

Un abrazo.

Sollozan los versos con terso y dócil acento. Me gusta leerte, poeta.
Abrazo grande para ti

Y tengo que cantar caricias de un instante,
recuerdos que no existen, sombras que me abandonan.
El vapor, a lo lejos, canta nuevas hazañas
que ahogan los anhelos
de Antiguas travesías de puertos y guitarras.

!Oh, juventud esquiva que fuiste y te marchaste
sin dejarme una seña de tu nuevo destino¡

Aparecen borrachos rasgando las esquinas,
donde arreglan fachadas, y rompen los periódicos.

Se apagaron las risas, farola engalanada
de soledad sin Dios cuando llega la herida
de amor sin ti, amiga, de amor que no comprende
este torpe escenario que glosa soledades...

Ya sé que no me quieres. Lo siento y me castiga.
Creo que habría un camino de sal si lo aceptaras.



F, Enrique hay un mundo de riquezas marinas y sentimentales en cada sorbo de tu poema. La segunda estrofa conforma un logro estupendo. Debo confesar que los versos de cierre roban toda mi atención ( en ellos y por ellos ya vale la pena el trayecto lírico)

Aplausos y felicitaciones,

Hallie


PD: no sé si la inversión de los signos exclamativos en la segunda estrofa obedece a una razón especial.

Una magnífica entrega, la de estos versos encaramados en la búsqueda del amor imposible. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

Cantas y cuentas algo de los recuerdos que siguen moviendo
tu sentir, con algo de pesar desde las soledades y el silencio

un placer leerte, amigo

Guillermo

Gracias, Elizabeth. Este poema pertenece a un apartado demasiado duro dentro de un proyecto que tuve el año pasado y se quedó en el camino, pero participa también de algunas de las obsesiones de los otros poemas, no me olvidé de mandar un recado a la buena gente. Pero es cierto lo que dices, tiene un tono dulce.

Un abrazo.

Gracias, Pilar, es agradable contar siempre contigo.

Un abrazo.

En este poema yo iba por un camino y el por otro, esta vez ganó él, pero es una excepción. Gracias, Hallie, por tratarme tan bien.

Un abrazo.

Gracias, Pepa, por mantener siempre ese perdil tan agradable. No sé si va a resultar que el amor siempre es imposible. Aunque resulte extraño, teniendo en cuenta donde vivo, no había tocado demasiado la fuerza poética del mar hasta hace poco.

Un abrazo.

El segundo poema tuyo que leo y los dos han sido un placer. Sigue escribiendo y le haras un favor al mundo.

Gracias, Guillermo, el amor que se nos antoja imposible, la nostalgia que se agranda con el paso del tiempo, y siempre el mar para aquellos que nos hemos criado en sus orillas o aquellos que las sueñan, nos visitan a menudo y nos arrancan un poema.

Un abrazo.

Esplendido poema melancólico, donde el desamor es esa razón que nos hace, tal vez, mejores personas, abriendo las puertas de la sensibilidad...