Lágrima suicida

[JulianR]

Aprovecho para presentarme. Mi nombre es Julián y soy de Argentina, en realidad no se si está permitida la presentación en los relatos, acabo de registrarme.
Sin más, espero que el escrito sea de su agrado.



Una necesidad penetrante de poder gritar con euforia al mundo ése sentimiento que dentro de ti guardas.

Un gran hallazgo debajo de tu piel que sientes que lentamente irá penetrando la mas cruel guerra de tu vida dejando atrás toda necesidad de compostura.
Sientes cómo la hiel de tus huesos se resquebraja segundo a segundo dándole paso al más frívolo sentimiento de locura, pudiendo ser todo aquello que conocías una simple fantasía.
Saltos llenos de alegría llegando a un éxtasis infernal sentado bajo al luz de la luna. Ves cómo el viento roza tu piel lastimándola y dejando en ella crueles heridas del destino.
La paz de tu ser se muere al hundirse tu cordura. Tu infernal voz brota desde tus adentros y dejas que tu piel embellecida enmudezca la voz de los ángeles que cantan.
La noche eterna te sumerge en un manto de pensamientos ínfimos que te destrozan y dejan a flor de piel ése sentimiento, que a gritos, de ti quiere salir.
La mirada triste de aquél ser que te acompaña transmite en ti un pensamiento frío y aterrador. Las acusaciones injustas de los cuerpos que pasan te hacen ver a ti cómo un cruel demonio que atormenta sus vidas.
Sintiendo la mirada de tu fiel compañero sobre tu piel, dejas caer una lágrima enmudecida con los gritos de tu alrededor. Las señas a tu cuerpo resbalan cómo gotas de la lluvia y se impregna en tus pies cómo grandes yunques para evitar que avances.
La misericordia de algunos pocos te da un refugio cálido y sientes cómo la vida te deja de lado para irse a jugar a la otra habitación.
Es necesario para ti el eficaz canto de aquellos cuerpos celestes para abandonar tu cuerpo y así poder descansar, en paz.
La paz enmudecida grita a los vientos un saludo de misterio.
El grito de tu sentimiento cada vez resona más fuerte en la piel del que te rodea con sus brazos. Sentís la necesidad de arrancar a pedazos el corazón de aquella bestia que te oprime para poder así, gritarle al mundo con las manos.
Caminas con las manos e intentas no caerte en la balanza de la vida. Mantienes el equilibrio cómo dos grandes pesas en ese oscuro lugar.
La caminata diurna deja caer sobre tus mejillas grandes lágrimas por cual lluvia divina. La necesidad de su piel es tan importante que dejas que ésos grandes lagos en tu cara sean un abrigo para tu cuerpo.
La canción de cuna que cuándo niño oías resuena en tu mente y un nudo impenetrable en tu garganta se genera.
Recuerdas cómo en un tiempo pasado, la vida era feliz y tierna. El bienestar de la soledad te hacía sentir invencible, pero hoy te das cuenta que ésa soledad era tan sólo una capucha de un cuerpo intolerable.
Cómo clavos que en tu piel se clavan las palabras de los cuerpos en tus oídos resuenan.
Cambias por tú entorno, cambias por la mirada de aquellos frívolos seres. Intentas parecer uno más de aquella pútrida sociedad que te rodea.
Espabilas al viento el canto eterno de las ninfas doradas, intentando así crear una imagen que te proteja de aquella sociedad impura.

[Liz Barrio.]

Me parece bueno el relato, puedo decir que deja una desazón que asumo, es el personaje principal. Hacia el cierre, la historia continúa como el lector mejor disponga. Buena propuesta, repito.
Saludos

[JulianR]

Gracias por su comentario, Elizabeth.