Editorial Alaire

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Viví en sí misma es un poema… y tú, Pedro, poeta… que tienes ese don de inventar letras, de renombrarlas y de darles vida… te unes a ella en estas líneas, para ser ambos ese uno que le da nombre a la palabra.

Un beso grande, poeta grande.

Daleth, puerta abierta a la Verdad que sólo es una, que Es a pesar de la injusta exactitud del tiempo y el espacio. Daleth es un altar, Pedro, al que me abrazo, en el que encuentro la palabra imposible, esa que no puede ser pronunciada porque es más que verbo y que vos sabes y en la que me reconozco. La Identidad del animal encontrándose a sí en sí. Te beso estirándome mucho hacia arriba hoy, para alcanzarte en la grandeza y la generosidad de tu palabra, en la que vuelvo, tiemblo y soy más yo. Me emocionas, hoy más, y la palabra no basta para decir lo que siento, lo que es, pero lo sabes, Pedro Poeta... El abrazo, el beso, siempre.

Claro que lo es, y más, que un poema, gracias por venir, un abrazo fuerte.

Naturaleza obliga. Es ley. Existe la manada de dos. Existe ese animal. Es ley. El fiel de La Balanza Cósmica. Es el instinto supremo. No existe el bien. No existe el mal. La inmanencia del aullido. La carne tatuando el viento.
Te beso, Viví, cómo no hacerlo, es Ley, ya dije.