Editorial Alaire

De luz sobre la mesa, un cerco, un anillo que impele,
achica y ensimisma la materia.
Pura, la luz debe reinar: cosas que se suspenden,
se silencian fanales y luceros errantes configuran la escena.
La desintegración de los sonidos tintineantes,
de la guitarra eléctrica el aullido, las ruedas
de los coches que arrastran la vida en negativo.
Hay un cerco de luz en esta mano
que se aferra a la brisa ligera de mi paso,
sombra adhesiva, áurea corola que me encumbra,
concepto irracional, inaceptado.
En este ojo de dios se precipitan
haces de luz en las cuencas vacías del desierto,
como una calavera es absorbida por la arena.
Siempre es la luz
la que oscurece la densa propiedad de la materia
en el juego mendaz de mirar con los ojos abiertos.

Deja una sensación en negativo, oscura, este poema que tiene imágenes de puntual elocuencia.
Abrazos para ti

Me quedo con:
siempre es la luz
Cuanto has dicho en este poema que he disfrutado
Abrazos
Pilar

Hay cosas que se ven mejor a ojo cerrado.
Tu poema es un bello canto a la luz, pero a la interna.

Un abrazo

guillermo

El albedrío de la luz hipnotizado por tu palabra. Del poema entero brotan belleza y fuerza clarividente.

Un montón de aplausos, Roberto!

Hallie

Ese cerco de luz que se mira fijamente se vuelve oscuro cuando apartas la vista y te ciega para todo lo demás. El poema me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Pepa

Enhorabuena Roberto, y que la luz continúe iluminando tus versos.

Un Abrazo.

ROBERTO LÓPEZ escribió:De luz sobre la mesa, un cerco, un anillo que impele,
achica y ensimisma la materia.
Pura, la luz debe reinar: cosas que se suspenden,
se silencian fanales y luceros errantes configuran la escena.
La desintegración de los sonidos tintineantes,
de la guitarra eléctrica el aullido, las ruedas
de los coches que arrastran la vida en negativo.
Hay un cerco de luz en esta mano
que se aferra a la brisa ligera de mi paso,
sombra adhesiva, áurea corola que me encumbra,
concepto irracional, inaceptado.
En este ojo de dios se precipitan
haces de luz en las cuencas vacías del desierto,
como una calavera es absorbida por la arena.
Siempre es la luz
la que oscurece la densa propiedad de la materia
en el juego mendaz de mirar con los ojos abiertos.

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Hermoso poema, amigo Roberto, que me ha parecido una lúcida introspección al amparo de la luz "que oscurece la densa propiedad de la materia".
El trabajo presenta buen ritmo, pulcritud literaria, inteligencia conceptual, ingenio metafórico..., es decir, las señas de identidad de su autor.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, colega.
Un cordial abrazo.

Hay propiedades de la luz que solo un poeta puede ver. Buenos versos que he disfrutado. Saludos cordiales.

Elizabeth Barrio Paredes escribió:Deja una sensación en negativo, oscura, este poema que tiene imágenes de puntual elocuencia.
Abrazos para ti

Pero también aparece la luz en el escenario, Elizabeth. Gracias por pasar por este humilde rincón. Besos.

Pilar Morte escribió:Me quedo con:
siempre es la luz
Cuanto has dicho en este poema que he disfrutado
Abrazos
Pilar

Incluso en los más lóbregos rincones hay un cerco de luz, Pilar. Abrazos.

Guillermo Cuesta escribió:Hay cosas que se ven mejor a ojo cerrado.
Tu poema es un bello canto a la luz, pero a la interna.

Un abrazo

guillermo

Así es, Guillermo. El silencio interior se propicia con los ojos cerrados. Un abrazo cordial.

Hallie Hernández Alfaro escribió:El albedrío de la luz hipnotizado por tu palabra. Del poema entero brotan belleza y fuerza clarividente.

Un montón de aplausos, Roberto!

Hallie

Agradezco tu paso por este humilde rincón. Un beso.

Josefa A. Sánchez escribió:Ese cerco de luz que se mira fijamente se vuelve oscuro cuando apartas la vista y te ciega para todo lo demás. El poema me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Pepa

Agradezco esa cercanía comprensiva que suponen tus comentarios. Besos.

Jose Sierra escribió:Enhorabuena Roberto, y que la luz continúe iluminando tus versos.

Un Abrazo.

Que así sea, amigo. Un abrazo.