Elizabeth Barrio Paredes escribió:
Lo sé,
es sólo acurrucar el temblor
la mala suerte,
deslumbrarse
con la máscara humana
y con la inmaterial
voz incompleta.
Sé que el ruido
desterrará dragones
y alas despiertas pero pálidas
que trastocarán al hambre
en limonadas amargas.
Pesado el amor
densos los nocturnos huesos,
imantados tiempos
ya recorren
libros de agua
y papel de fuego.
No lo intuyo, lo sé
por el rocío en la cal
y el ácido deshielo,
que mi luna
es de reflejos dorados
y se abraza tranquila
al idioma de tus ojos.
El cuadro que acompaña al poema es muy bello, un detalle de
El beso de Gustav Klimt. Y como en el cuadro, en tu poema se intuye la cualidad de la mujer ante el amor, en donde el peligro parece estar al lado de la aparente paz y amabilidad de la escena en una tensión que se descubre en las certezas que pretenden superar las intuiciones de la última estrofa. Las amenazas de la mala suerte, los monstruos y el hambre hecho amarga bebida, son conjurados en esta instantánea. Pero sobrevuelan nuestro ánimo.
Con un abrazo.
Salud