Editorial Alaire

Sirva este imaginario poema, para concienzar que las mascotas, no se conviertan en juguetes rotos...




Un perro pidió mi niño,
un perro que le compré,
era tan lindo cachorro
que mis ojos os dan fe.
Iba creciendo aquel perro,
como juvenil clavel,
uno más de la familia,
uno más para querer…

Iban pasando los días,
los meses iban tras él,
han pasado ya tres años,
mas sigue sumiso y fiel,
Un ladrido de cariño,
le lanza cuando lo ve
mi niño sale corriendo,
no quiere juegos con él.

Ha cambiado la consola,
por el collar y el arnés,
las nuevas tecnologías,
hicieron más mal que bien…
¡Cómo han pasado los días
pareciese que fue ayer
cuando mi niño jugaba
traído el perro recién!


Ahora me lo rechaza
no se deja ya ni oler,
los afectos que le daba
fueron vueltos de revés:
fue un amigo verdadero
jamás hizo por morder,
mi niño ya ni se acuerda
de jugar con su lebrel.

Los mimos que le guardaba
hoy se tornaron en hiel.
el perro queda amarrado
junto a la fría pared…
Ejemplo de viva historia
llegue por todo doquier.
nunca sea repetida
baste con ésta una vez…

Este tierno romance da cuenta de tu polifacética vena lírica y la profunda sensibilidad de tu ser...

Poesía necesaria, para lectura en voz alta en plazas y espacios públicos, para editarse por cientos de miles como octavillas o proclamas de acción directa...

Una abrazo afectuoso, estimado poeta...

Juan Marcos

Preciosa lección de buen hacer poético y valores humanos, Quinteño.

Felicitaciones por tu hermoso trabajo.

Hallie

Un ramance maravilloso por con un final doloroso. El capricho de los niños
no dura la vida de un lebrel. aunque el lebrel siempre está dispuesto a querer.

un abrazo

guillermo

Tristemente se acaban esas etapas donde la mascota se convertía en el amigo inseparable, especialmente el perro, ese amigo fiel de mirada conmovedoramente llena de luz y de amor.
Desde pequeña tuve mi primer mascota y aun es fecha que sigo teniendo, y no una, varias, porque con ella jugaba, corría tras de mi, me defendía cuando me molestaban, era mi compañero fiel y ese cariño impagable no se puede cambiar por otro, mucho menos por un aparato sin vida.

Perdón por lo extenso del comentario, le dejo mis saludos cordiales y le felicito por el tema especial para mi que toca.

Juan Marcos escribió:Este tierno romance da cuenta de tu polifacética vena lírica y la profunda sensibilidad de tu ser...

Poesía necesaria, para lectura en voz alta en plazas y espacios públicos, para editarse por cientos de miles como octavillas o proclamas de acción directa...

Una abrazo afectuoso, estimado poeta...

Juan Marcos

Juan es un toque de atención a las fechas que llegan, donde es muy habitual el comprar cachorros por Reyes, para luego en el verano, !ala! ahí te quedas...
Un arazo.

No es el primer poema que te leo en el que muestra tu gran amor a los animales. Un placer venir a tus versos.
Un abrazo.
Pepa

Hallie Hernández Alfaro escribió:Preciosa lección de buen hacer poético y valores humanos, Quinteño.

Felicitaciones por tu hermoso trabajo.

Hallie

Muchas gracias Hallie por tu visita y comentario.
Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Un ramance maravilloso por con un final doloroso. El capricho de los niños
no dura la vida de un lebrel. aunque el lebrel siempre está dispuesto a querer.

un abrazo

guillermo

Muchas gracias Guillermo por tu amable visita.
La verdad que si, que la vida de un lebrel va más allá de un capricho pasajero.
Un abrazo-

Blanca N. García González escribió:Tristemente se acaban esas etapas donde la mascota se convertía en el amigo inseparable, especialmente el perro, ese amigo fiel de mirada conmovedoramente llena de luz y de amor.
Desde pequeña tuve mi primer mascota y aun es fecha que sigo teniendo, y no una, varias, porque con ella jugaba, corría tras de mi, me defendía cuando me molestaban, era mi compañero fiel y ese cariño impagable no se puede cambiar por otro, mucho menos por un aparato sin vida.

Perdón por lo extenso del comentario, le dejo mis saludos cordiales y le felicito por el tema especial para mi que toca.

Muchas gracias Blanca por tu extenso y amable comentario.
Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:No es el primer poema que te leo en el que muestra tu gran amor a los animales. Un placer venir a tus versos.
Un abrazo.
Pepa

La verdad Pepa que me gustan muchos los animales, seré que yo soy uno de ellos...
Un abrazo.

Inetersante mensaje me llega de este romance que nos dejas Quinteño. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

Rafael Valdemar escribió:Inetersante mensaje me llega de este romance que nos dejas Quinteño. Lo disfruté leyendo

saludos

rafael

Muchas gracias Rafael por tu amable visita.

Un abrazo.