MIENTRAS SIGAS SIENDO TU
Publicado: Jue, 15 Nov 2012 9:16
Mientras los ecos del último de tus abrazos
embriaguen la piel que me amamanta
y las horas giren alrededor del aroma
salobre de tus sendas de rocío,
mientras el aire me traiga la hierba
cálida de tus pechos de niña,
mientras te mire y redima en tus ojos
mis pecados de fuego,
y mi juventud atada a los ritmos
de tu cintura, agote la cordura
de vivirte toda, sueño a sueño,
mientras me sienta pequeño alojado en tu voz
y el calor de tus besos apague las luces
de la calle que recorro cada noche
en la tiniebla amable del deseo.
Mientras quede en el aire
un te quiero abandonado a su suerte
y tenerte abrazada sea mi religión y mi delirio,
y los campos envidien la flor
que deshojé pausado en tu cuerpo
feroz, herido en el amor de unos instantes de miedo.
Mientras el cielo se rinda
a la tierra de tus pasos
y tus manos prolonguen el sentido de mi canto,
y te sienta dormida en la dulzura
apasionada de mis historias de fuego
y los juegos del deseo nos invadan noche a noche.
Mientras siga siendo tuya
la magia de mi locura, mi verso
estará en el aire
y tu, en cada línea, en cada instante,
en la vida y en la muerte,
entre la pena y la brisa
de cada renglón que escribo.
embriaguen la piel que me amamanta
y las horas giren alrededor del aroma
salobre de tus sendas de rocío,
mientras el aire me traiga la hierba
cálida de tus pechos de niña,
mientras te mire y redima en tus ojos
mis pecados de fuego,
y mi juventud atada a los ritmos
de tu cintura, agote la cordura
de vivirte toda, sueño a sueño,
mientras me sienta pequeño alojado en tu voz
y el calor de tus besos apague las luces
de la calle que recorro cada noche
en la tiniebla amable del deseo.
Mientras quede en el aire
un te quiero abandonado a su suerte
y tenerte abrazada sea mi religión y mi delirio,
y los campos envidien la flor
que deshojé pausado en tu cuerpo
feroz, herido en el amor de unos instantes de miedo.
Mientras el cielo se rinda
a la tierra de tus pasos
y tus manos prolonguen el sentido de mi canto,
y te sienta dormida en la dulzura
apasionada de mis historias de fuego
y los juegos del deseo nos invadan noche a noche.
Mientras siga siendo tuya
la magia de mi locura, mi verso
estará en el aire
y tu, en cada línea, en cada instante,
en la vida y en la muerte,
entre la pena y la brisa
de cada renglón que escribo.