Editorial Alaire

Una playa de ese ayer

A Jorge Luis Borges

El fuego que emite esta sangre en el ocaso de la vida,
es una luz que se perdió mansamente en el destino.
Todo paraíso es una luna en medio de un desierto,
novios que besan en la incertidumbre de ser.
La cifra de Borges fue un signo de los dioses
el fuego de la salvación es un recuerdo mítico.
Cada lágrima de un hombre es una utopía.
Ilión fué cuando un autor emitió un grito.
Alan poe canto su Israfel con el fuego del arpa,
aquella visión muerta en la tumba yacente.
Todos los destinos del fuego son nimios
cada balada enamorada es un olvido latente.
Las estrellas cuando mueren son la nada.
¿ Que es entonces esta vida?
¿ Fuego de los dioses es o será?
El fuego que emite la sangre derramada
es sin duda liquido de semen quebradizo.
Es por eso que algún fantasma andará
cuando una flor embellezca una playa
una playa de ese ayer con penumbras.

JAVIER DICENZO

Javier hay versos en tu poemas que son para enmarcalos en la retina de la memoria.
Decirte si conoces a un compatriota tuyo ya mayor llamado Ramón de Almagro.

Vendía folletines con sus poemas en el metro de Buenos Aires, y allí lo conoció un buen amigo mío y me pasó varios folletines suyos para leerlos, los cuales te los recomiendo.

Un abrazo.

Si quinteño esa persona la he leído pero no se si vive puedo pasarte algún poema pero no se si los voy a encontrar, ves que mi obra es bien aceptada, Rafel calle no se que espera, se que tengo mucho para dar pero tiempo al tiempo.
javier