Editorial Alaire

Duerme el camino en el inmenso
profundo de tus ojos de aurora,
y volverán las horas a ser en tu mirada
el anciano pergamino que nos volvió
a las caricias del amor vivido.

Duerme el ser ausente en el misterio
de olvidar que fuimos
carne de verdad y furia,
y en las notas de tu piel
y de mi piel danzamos hasta el alba
de los tiempos de la verdad sentida,
en los abrazos perdidos,
en los besos ateridos de los campos de cristal
y lejanía,
en la dulce letanía de la noche,
en el derroche terciopelo
de los sentidos del agua,
en los trigos de tu pelo acariciando mi espalda,
en tu boca manantial de sensaciones,
en las canciones de alcoba
de tus piernas de hiedra
entre mis piernas de mármol,
en tus gemidos furiosos
y mis besos de locura,
en la dulzura fugaz de una canción
de otro mundo,
en lo profundo del mar que me llama
hasta tu vientre,
en los linos de tu frente y la magia inacabada
del horizonte sin fin de tu mirada de fuego…
duerme…

Le quito el cero a este bello y apasionado poema de amor. Saludos cordiales.

Coincido con Ramón en los conceptos vertidos. Felicitaciones por tu obra, Miguel.

Salud y poesía,

Hallie

Ramón Carballal escribió:Le quito el cero a este bello y apasionado poema de amor. Saludos cordiales.

Muchas gracias por tu comentario, un abrazo

Miguel, su poesía es exquisita, estos versos son regios.
Un placer seguir sus letras regias.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Coincido con Ramón en los conceptos vertidos. Felicitaciones por tu obra, Miguel.

Salud y poesía,

Hallie

Muchas gracias por tus palabras Hallie. Un abrazo

Blanca N. García González escribió:Miguel, su poesía es exquisita, estos versos son regios.
Un placer seguir sus letras regias.

Muchas gracias por tu comentario Blanca. Un abrazo

Precioso, Miguel.
Permíteme destacar el buen hacer rítmico que has plasmado aquí.
Un placer leerte

Víctor

Víctor F. Mallada escribió:Precioso, Miguel.
Permíteme destacar el buen hacer rítmico que has plasmado aquí.
Un placer leerte

Víctor

Muchas gracias Victor. Un abrazo