Editorial Alaire

No es sólo por quererte que te quiero
al escuchar tu olor de nube y canto,
cuando vuelve a tu ombligo el amaranto
de las lunas impávidas de Enero.

Es querer en tus ojos un brasero
de la celeste escarcha de lo santo,
que se redime en ti, mientras que un tanto
de sorpresa en mi cuello es alfarero.

Es decantar la eternidad que acecha,
eso es quererte, amor a llaga y flecha,
pues no se quiere a chispa mutilada.

Y no te quiero sólo por quererte,
cuando vuelvo a nacer de tu mirada
y en tu mirada siento vida y muerte.

Alberto Madariaga
(2012)
a Nadia

Amigo y Maestro Alberto:

Siempre es un placer pasar por tu pluma.

Decirte por aquí, que fueron varios los amables aptos que me diste en tu anterior etapa como moderador en MP, de ahí que te gastara una sutil broma en tu anterior poema.

Un abrazo.

Ya decía yo que en alguna otra parte te había visto Quinteño, aunque hombre, eso de maestro como que todavía no sé si lo merezco. Hace tanto que dejé mundo poesía y con ello por supuesto la moderación del foro de la mal llamada "poesía clásica" que no sé en realidad cuántos aptos me tocó dar. Pero más allá de eso, me es grata tu visita mi estimado compañero y te mando un saludo.

Un soneto excelso que deja una amorosa mirada sempiterna en
el último verso, tras haber dispuesto en orden mucho querer.

Un abrazo

Un hermoso poema con soltura, expresividad, concierto. Precioso.
Aplausos y un abrazo

Cuando la forma y el fondo se conjugan para formar un poema de esta calidad, es evidente que estamos ante un poeta que sabe lo que hace. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

Bonitos versos, me han gustado leerte.
Un saludo.

Un disfrute seguir tu hermoso poema
Abrazos
Pilar

Indiscutiblemente, Alberto, has logrado darnos un ejemplo de tu maestría con el soneto. Es una cuestión de trabajo y de fe, y, sobre todo, de ser poeta. Encuentro un no se qué con los dos últimos versos del segundo cuarteto que me descuadra un poco; siendo buenos, quizás no los vea a la altura del resto del poema, pero ¿cómo puedo decirte tamaña tontería habiendo tanto y bueno que decir sobre lo que has escrito? El segundo terceto es apabullante, con los valores intemporales de la poesía, en la senda de nuestros místicos, creo que no se puede añadir nada más.

Un abrazo.

Excelente, amigo Alberto. Un poema que exhibe todas las bazas del ritmo poético; para recitar mirando a los ojos de la amada, y dejarla completamente arrebatada.

Un abrazo.