Editorial Alaire

Aquí, en el vientre de hierro la libertad nos enseña
una historia.

El niño mira la solemnidad del valle, su verde,
su rumor de agua, sus árboles encendidos de paz.

Y comprende que la vida es un juego, con sus penumbras
de azabache y su frenesí de magnolias.

Un pueblo de casas blancas, el sudor de la gente
que hoy bendice tu pan, el silencio que los animales
traicionan, el fruto que se eleva con ramas de lujuria.

¡Qué agradable la luz en las ventanas abiertas!¡Qué
sonoro el esquilón cuando agita su candil
entre el alba y los duendes!

Y es que no hay magia, porque la naturaleza elige su ritmo
y su ser.

Y las flores y el canto de los infantiles gorriones,
y el prístino gesto de la corriente que se arrodilla
en su curso como un volar de misteriosos diablos.

Nos llama el mediodía del hambre, cruza tu mirada el espectro
de la nieve.

Si volvieras a la humedad del verano, aprenderías el soliloquio
que la juventud promete, con enormes edificios de almíbar,
con espartanos ejemplos de dulzura.

Guardo en la memoria mucho más que un latido, las crisálidas
de mi bicicleta amarilla en la soledad de agosto.

Una preciosidad, Ramón. De esos poemas que merecen una ovación cerrada y sostenida!

Salud, felicidad y un abrazo,

Hallie

Un poema con mucha luz y magia dando a los versos buen latido.

un abrazo

Guillermo

Este retorno a unos tiempos llenos de luz y esperanzas me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Pepa

La magia y la realidad se mezclan en este estupendo poema de la memoria.

Mi admiración, como siempre.

Un abrazo.

Me ha gustado pasar por tu tiempo pasado que rememora ambientes conocidos.Precioso poema que volveré a leer.
Abrazos
Pilar

Hallie Hernández Alfaro escribió:Una preciosidad, Ramón. De esos poemas que merecen una ovación cerrada y sostenida!

Salud, felicidad y un abrazo,

Hallie

Gracias por tu generosidad. Un abrazo, Hallie.

Guillermo Cuesta escribió:Un poema con mucha luz y magia dando a los versos buen latido.

un abrazo

Guillermo

Gracias, Guillermo, por leerme y dejarme tu comentario. Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:Este retorno a unos tiempos llenos de luz y esperanzas me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Pepa

Muchas gracias, Pepa, por tus palabras. Un abrazo.

Ramón,

la solemnidad del valle verde, gris y húmedo, desde una colina que mira el niño montado en su bicicleta parada en el verano, con las esquilas de las vacas sonando a lo lejos

es una de las imágenes centrales de mi infancia en Asturias. Lo has sabido reflejar muy bien en este precioso poema, sobre todo cuando dices:

"sus árboles encendidos de paz."

Un abrazo.

Israel Liñán escribió:La magia y la realidad se mezclan en este estupendo poema de la memoria.

Mi admiración, como siempre.

Un abrazo.

Mi agradecimiento por tu comentario, Israel. un abrazo.

Siempre de lujo, los trazos de tu pluma. Imágenes ricas y dicentes, poesía de alto vuelo..., que grande tu palabra, poeta. Mis abrazos de amigo.

Pilar Morte escribió:Me ha gustado pasar por tu tiempo pasado que rememora ambientes conocidos.Precioso poema que volveré a leer.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, por dejar constancia de tu paso. Un abrazo.

Pablo Ibáñez escribió:Ramón,

la solemnidad del valle verde, gris y húmedo, desde una colina que mira el niño montado en su bicicleta parada en el verano, con las esquilas de las vacas sonando a lo lejos

es una de las imágenes centrales de mi infancia en Asturias. Lo has sabido reflejar muy bien en este precioso poema, sobre todo cuando dices:

"sus árboles encendidos de paz."

Un abrazo.

Gracias, Pablo, por tu lectura y comentario. Un abrazo.

Gerardo Mont escribió:Siempre de lujo, los trazos de tu pluma. Imágenes ricas y dicentes, poesía de alto vuelo..., que grande tu palabra, poeta. Mis abrazos de amigo.

Te agradezco esas palabras, Gerardo. Un abrazo.