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A los juglares...

Publicado: Lun, 15 Oct 2012 7:57
por Alberto Madariaga
¡Qué cosas con los juglares
que ya por falta de cuerda,
persisten con lengua lerda
recalentando cantares!
Y no es que falten lugares
para el asomo del canto,
es sólo, que, mientras tanto
se queme incienso a la vaca,
se deja la mano flaca
sin sensación, sin encanto.

La búsqueda imprescindible,
voraz como la piraña,
pierde presencia en la entraña,
por libertad imposible.
Porque se torna invencible
el negro libertinaje,
que al novio lo vuelve paje
y a la Mujer, concubina,
por situación que culmina,
en despoblado ramaje.

¡Pero ay de aquellos cantores
que inventan el hilo oscuro!
Después vislumbran futuro
y son resucitadores
o genio y talento puro.
Lo digo con gentileza
-pues no se tome a pereza-
que aquellos al ver el techo,
advierten peso en su pecho
con singular ligereza.

Neoclásicos inventores...
Le ponen silva al soneto
y con afán indiscreto
se hacen llamar: "los mentores".
Mas no se entienda señores
que el bardo busca la gloria
entre en un palmar que la euforia
bautiza con tono vano;
el premio no está en la mano,
sino en la eterna memoria.

Y ya para no extenderme,
ni hacer del cedro la leña,
un verso se me despeña
de pronto a bien sucederme.
Si es propio que quede inerme
esta canción afanosa
no espero por tanto cosa
mayor a la fiel lectura;
no soy Juglar sin factura
o con escarcha lodosa.

Alberto
Madariaga
(2012)

re: A los juglares...

Publicado: Lun, 15 Oct 2012 17:06
por Quinteño de Greda
Ácidas y duras espinelas acabo de leer...
Ignoro Alberto a quien o quienes van dirigidas dichas décimas, pero me recordaste a Quevedo.

Un placer su lectura.

Publicado: Mar, 16 Oct 2012 15:00
por Hallie Hernández Alfaro
Alberto, ésto es una auténtica belleza! De pie para aplaudir tan buen hacer poético.

Salud y felicidades!!!!!

Hallie

Publicado: Mar, 16 Oct 2012 18:58
por Guillermo Cumar.
Cantos de inmenso juglar
se nos monta en la espinela
y parece que bien vuela
en su éxtasis y altar.
Hay que ponerse a cantar
y a decir lo que se siente
aunque parezca imprudente
en estos tiempos de duelo.
Si es doloroso el anhelo
hay que atacarlo de frente.

Me gustaron tus jugalres espinelas, amigo.

Un abrazo

Guillermo

Publicado: Mié, 17 Oct 2012 2:54
por Josefa A. Sánchez
Al juglar es menester
que le asista la poesía.
Si es mester de juglaría
es un glorioso mester.
Y ya se deja de ver
que el que antecede es esteta
y que se acerca a la meta
de dejar su pica en Flandes.
Tus versos son de los grandes.
Felicidades poeta.

Un placer leerte, aun si fura un juglar de los que hablas.
Un abrazo.
Pepa

Publicado: Mié, 17 Oct 2012 11:31
por Alberto Madariaga
Bien dices Quinteño, este poema lleva dedicatoria aunque no para los compañeros de este foro, sino de otros "juglares" que he conocido, que son más vanidad que talento verdadero.

Publicado: Mié, 17 Oct 2012 11:31
por Alberto Madariaga
Gracias Hallie por darte una vuelta en mis letras y dejar constancia impresa. Te mando un saludo.

Publicado: Mié, 17 Oct 2012 11:32
por Alberto Madariaga
Un abrazo también para ti Guillermo, que siempre haces gala de tu visita en este espacio.

Publicado: Mié, 17 Oct 2012 11:38
por Alberto Madariaga
Pepa, anda que no te queda meterte en esta clasificación específica que hago de los "juglares" de patio. En tu caso el talento es notorio. Algo cabe aclarar con respecto a este poema y es que si bien no hace crítica a los poetas de verdad, sí la hace a aquellos que son versificadores. ¿Por qué hago esta diferencia? Bueno, por algo muy importante: hoy en día para cualquier persona con disciplina y dedicación, no le sería imposible aprender las técnicas que rigen la belleza de la buena poesía; así por ejemplo tenemos a más de un crítico literario -he conocido a más de uno- que saben de estética, dialéctica, filología, semántica, etc. Pero el talento, es un regalo de Dios y eso no se puede aprender. He ahí la diferencia entre los juglares que yo nombro en el poema y los que, nunca se cansan de buscar en la poesía, no la verdad absoluta -puesto que esa no existe- sino su verdad y argumentar con la belleza, esa verdad que se sabe inacabada.

Un saludo Pepa y también un abrazo que estaremos leyéndonos.