Editorial Alaire

No nací para compartir el odio, sino el amor.
( Sófocles - Antígona )

Cárcel del corazón donde te siento,
donde rondaron salves
hoy vive otra plegaria,
y es así, vida de mi vida,
que me envuelve la duda donde no había misterio,
que te hallo dormida en la hora del dolor
con un delirio seco sobre tu piel mortificada.

¿Dónde queda la aurora?
¿dónde quedan los mirtos,
la avenida romana y sus cipreses?
¡Qué lejos queda todo en esta alma mía
que sin rumbo camina sin poder abrazarte!

Miro hacia aquellas rosas que corrían
y quisiera aprehenderlas
para recuperarte,
para sentirte un poco ahora que te pierdo.

¡Qué loco corazón para mi pecho herido!
¡Qué triste despertar a solas con mi suerte!
¡Qué amarga soledad que invoca las cadenas
largas de los recuerdos!

¡Qué desplante al amor,
amor que vive y siente, amor que me aprisiona!
¡Qué implacable Saturno que me empuja
hacia la piedra fría
que se agrieta en las muros que cuidabas!
¡Qué angustioso ruido de coro que recita
el dictado sin rostro del destino!

Y esa Roma que su calzada abría
en la noche de Mérida al teatro,
ha de vivir en mí aunque te vayas.

La Antígona rebelde que elevaste
en este mundo nuestro que no grita
aunque sufra y delate con los ojos,
ya no puede vivir sin tu desvelo,
no puede respirar sin tu sonrisa.

Intenso poema donde se aferra el sentimiento al amor que no se encuentra.
Mis saludos y un placer estar presente.

Perdura el desamor haciendo de las suyas desde antiguo.

Un placer de lectura.

Un abrazo

Guillermo

"Miro hacia aquellas rosas que corrían
y quisiera aprehenderlas
para recuperarte,
para sentirte un poco ahora que te pierdo"


F.Enrique, selecciono esta estrofa de tu poema porque me ha hecho sentir en profundidad la poesía que me gusta. Un placer.

Mucha nostalgia y amor desprenden estos versos donde también hay dolor por la pérdida. Un gusto pasar por tu palabra.
Abrazos
Pilar

Gracias, Blanca, porque siempre tienes palabras hermosas para los versos que escribo.

Un saludo.

Además de quedar seducido por el ritmo que das a al poema, también quedo encantado por la gran pasión que destilan tus versos y que, debidamente contenida al expresarla, se transmite auténtica como debe hacer la buena poesía.

Un poema que he disfrutado.

Abrazos.

Gracias, Guillermo por tu agradable comentario, en el que nos recuerdas que nuestros antiguos también se las traían con eso del amor y sus problemas.

Un saludo.

Los sentimientos son intemporales, como la buena poesía. Bien escrito y con acertadas referencias clásicas. Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Pepa

Me gustaría destacar una parte en especial de este poema pero me es imposible mi estimado Enrique. En sí lograste combinar los elegantes recursos metafóricos que ya te he visto antes, con una sencillez que hasta resulta polícroma. Sólo un detalle observo: "las muros", pero eso es un pequeño error de dedo. Leyéndote más a fondo -y no sé si haya influencia en ti- he podido observar un poco al poeta alemán Friedrich Hölderlin, aunque eso sí, alejado bastante de aquel "Yo" sobrenatural del romanticismo. Te dejo un aplauso mi estimado Enrique.

Siempre atrapa en cada uno de tu poemas, esa pasión abierta y arrebatada, pronunciada sin complejos; es lírica con amplificador del corazón.

Un abrazo, amigo Enrique.

[quote="F. Enrique"]

Qué despliegue de sentimiento en ese bello escenario antiguo. Perfecto poema. Saludos.

Me ha gustado mucho, Manuel, que hayas resaltado esta estrofa que la había llegado a ver un poco perdida en el poema, y tu opinión me ha dado confianza en ella.Muchas gracias, Manuel. Un abrazo.

Gracias, Pilar, la pérdida o el miedo a ella nos advierte de nuestra fragilidad ante el destino. Quise sobreponerme a mi orgullo y destacar a una mujer que por su valor y su sentido de la justicia, quizás acompañados de una cierta incapacidad para buscar soluciones intermedias, me recuerda a la heroína griega.Un saludo,

Gracias, Juan, no es fácil recibir tantas palabras amables y seguir como si tal. Me ha gustado mucho lo que me dices y la forma en que lo razonas.Un abrazo.