Espejo rojo
Publicado: Vie, 12 Oct 2012 15:12
Después de tantas muertes trágicas consecuencia de la delincuencia, las palabras brotan como sangre en un espejo
Espejo rojo
Contra lo injusto se enciende la tristeza
y el árbol que no marcha con reloj
de vida, de vida que con soledad
se viste-voz y aliento-, sufre
con ojos de amargura, olor de raíces
que surgen con corazón de presagios de botella y mensaje:
despierto hay que estar para cubrir tu humilde vestido,
la lámpara apagada manchada de sangre,
mirar lo que nadie, mirar en ti los labios sin brillo,
el agua que buscará a ciegas una menuda luz que no existe;
los pensamientos cerrarán los ojos sin regalar desdicha
ni la ternura con aire de espanto,
ni la voz, ni tu cuerpo separado desde los pies hasta la nuca.
Contra la maldad se enciende el corazón amenazado
y una imagen clara brota como flor de lejanía
dejando entre sus brazos sueños heridos,
juventud sin escudo, pétalos desnudos
esperando su más ávido recuerdo
y sus silencios, sus silencios no son correspondidos:
despierto hay que estar para cubrir tu vestido,
la memoria de abandono y oídos sordos,
muriendo, el cuerpo amargamente maltratado,
la traición huyendo de las sombras de lo humano;
los pensamientos cerrarán los ojos que se esconden,
que nunca sabrán de las joyas que no lloran,
que no recibirán cartas de consuelo
ni secretos que aclaren las respuestas,
ni su belleza romperá la gruesa pared de la indiferencia.
Contra el espejo rojo sólo la luz del milagro, tu escalera
y el rostro de la palabra en lluvia de plegaria.
Espejo rojo
Contra lo injusto se enciende la tristeza
y el árbol que no marcha con reloj
de vida, de vida que con soledad
se viste-voz y aliento-, sufre
con ojos de amargura, olor de raíces
que surgen con corazón de presagios de botella y mensaje:
despierto hay que estar para cubrir tu humilde vestido,
la lámpara apagada manchada de sangre,
mirar lo que nadie, mirar en ti los labios sin brillo,
el agua que buscará a ciegas una menuda luz que no existe;
los pensamientos cerrarán los ojos sin regalar desdicha
ni la ternura con aire de espanto,
ni la voz, ni tu cuerpo separado desde los pies hasta la nuca.
Contra la maldad se enciende el corazón amenazado
y una imagen clara brota como flor de lejanía
dejando entre sus brazos sueños heridos,
juventud sin escudo, pétalos desnudos
esperando su más ávido recuerdo
y sus silencios, sus silencios no son correspondidos:
despierto hay que estar para cubrir tu vestido,
la memoria de abandono y oídos sordos,
muriendo, el cuerpo amargamente maltratado,
la traición huyendo de las sombras de lo humano;
los pensamientos cerrarán los ojos que se esconden,
que nunca sabrán de las joyas que no lloran,
que no recibirán cartas de consuelo
ni secretos que aclaren las respuestas,
ni su belleza romperá la gruesa pared de la indiferencia.
Contra el espejo rojo sólo la luz del milagro, tu escalera
y el rostro de la palabra en lluvia de plegaria.