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El regalo de las hayas

Publicado: Mar, 09 Oct 2012 19:06
por Pilar Morte
Creí que llovía
pero el granizo nos hirió a golpes,
dejando fracturados los tejados sobre paredes que tiemblan.
He caído
y en un costado se agolpa el dolor y los rostros.

Llamo al sosiego, a la paciencia que absorbe
el dictamen que duele porque desconoce el camino del hielo.

Me entiendes si te digo que:
necesito las hayas del Moncayo,
el gorjeo de los pájaros que aún no tiemblan,
las pinceladas del otoño que enfrían el paisaje
y pasear por esas alfombras que nos regalan las hojas
para descansar en el tronco de los árboles.
Sí, todo vibra y lo siento dulce en mi vientre

Sabes que me nutro de la esencia,
del aroma que me regala el bosque,
de ese templo sincero donde el arroyo rompe el silencio
y fluye hecho cristal habitado
de alguna hoja barquito de insectos.

Necesito irrumpir en su altura
prolongarme en los tallos, savia y sangre en simbiosis profunda,
naturaleza que se vive en mí, que me vivo en ella,
lenguaje que ha creado el trino y la brisa y nos liga con amor
para comunicarnos sin palabras.

Es fácil, lo sé (o difícil)
saberse uno con todo.

¡Cómo te añoro!

Publicado: Mar, 09 Oct 2012 19:16
por Isabel Moncayo
Hermoso paisaje entre los hayedos, querida Pilar, un poema imbricado de naturaleza que nos contagia de su esencia. Y yo que no conozco el Moncayo, no tengo perdón, pero es uno de mis viajes pendientes. Me encantó.

Un abrazo.

Publicado: Mié, 10 Oct 2012 8:05
por Pilar Morte
Isabel Moncayo escribió:Hermoso paisaje entre los hayedos, querida Pilar, un poema imbricado de naturaleza que nos contagia de su esencia. Y yo que no conozco el Moncayo, no tengo perdón, pero es uno de mis viajes pendientes. Me encantó.

Un abrazo.
Gracias por acercarte a estos versos con tanta amabilidad .
Cuando quieras conocer el Moncayo quedamos
Abrazos
Pilar

Publicado: Mié, 10 Oct 2012 12:08
por Guillermo Cumar.
Pacífico mensaje que haces coincidir con la naturaleza y la conviertes
en líricos sensaciones espontáneas y reales.

un abrazo

Quillermo

Publicado: Mié, 10 Oct 2012 19:19
por Pilar Morte
Guillermo Cuesta escribió:Pacífico mensaje que haces coincidir con la naturaleza y la conviertes
en líricos sensaciones espontáneas y reales.

un abrazo

Quillermo
Me alegra verte por mis versos y te lo agradezco
Abrazos
Pilar

Publicado: Jue, 11 Oct 2012 0:11
por Josefa A. Sánchez
Ahora que entra el otoño, que tan hermoso se hace en el hayedo, pincelado de rojos en todo los tonos de la escala cromática, tu poema me llega con especial fuerza. Un pacer leerte.
Un abrazo.
Pepa

Publicado: Jue, 11 Oct 2012 13:01
por Pilar Morte
Josefa A. Sánchez escribió:Ahora que entra el otoño, que tan hermoso se hace en el hayedo, pincelado de rojos en todo los tonos de la escala cromática, tu poema me llega con especial fuerza. Un pacer leerte.
Un abrazo.
Pepa
Sí, ahora empiezan a cambiar las hojas y es un maravilla adentrarse en sus bosques.
Gracias por tus amables palabras
Abrazos
Pilar

Publicado: Sab, 13 Oct 2012 9:55
por Rafel Calle
Hermosa propuesta, querida amiga Pilar, de corte naturalista, que regresa a la memoria de los lugares de siempre.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.

Publicado: Sab, 13 Oct 2012 16:14
por Pilar Morte
Rafel Calle escribió:Hermosa propuesta, querida amiga Pilar, de corte naturalista, que regresa a la memoria de los lugares de siempre.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un fuerte abrazo.
Gracias, Rafel, por tu amable palabra que tanto me alegra
Abrazos
Pilar

Re: El regalo de las hayas

Publicado: Sab, 13 Oct 2012 16:56
por Begoña Egüen
Pilar Morte escribió:Creí que llovía
pero el granizo nos hirió a golpes,
dejando fracturados los tejados sobre paredes que tiemblan.
He caído
y en un costado se agolpa el dolor y los rostros.

Llamo al sosiego, a la paciencia que absorbe
el dictamen que duele porque desconoce el camino del hielo.

Me entiendes si te digo que:
necesito las hayas del Moncayo,
el gorjeo de los pájaros que aún no tiemblan,
las pinceladas del otoño que enfrían el paisaje
y pasear por esas alfombras que nos regalan las hojas
para descansar en el tronco de los árboles.
Sí, todo vibra y lo siento dulce en mi vientre

Sabes que me nutro de la esencia,
del aroma que me regala el bosque,
de ese templo sincero donde el arroyo rompe el silencio
y fluye hecho cristal habitado
de alguna hoja barquito de insectos.

Necesito irrumpir en su altura
prolongarme en los tallos, savia y sangre en simbiosis profunda,
naturaleza que se vive en mí, que me vivo en ella,
lenguaje que ha creado el trino y la brisa y nos liga con amor
para comunicarnos sin palabras.

Es fácil, lo sé (o difícil)
saberse uno con todo.

¡Cómo te añoro!
Me ha encantado la lectura de este sensitivo poema. Muchas gracias por haber compartido. Felicidades.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Publicado: Sab, 13 Oct 2012 20:08
por Pilar Morte
Ronald Bonilla escribió:Hermoso poema, Pilar, donde el paisaje se consustancia con el ser en el deseo de trascendencia, se incia con la naturaleza hostil y luego deviene en la maravilla del disfrute pleno de la creación, me encantó , un poema revelativo. Abrazos.
Me alegra como ves el poema y agradezco que me lo digas
Abrazos
Pilar

re: El regalo de las hayas

Publicado: Sab, 13 Oct 2012 21:49
por Ramón Ataz
En este poema aprecio algo diferente y apasionante, Pilar, y es verte en una faceta de poeta descriptiva, capaz de integrarse con aquello que tan bellamente describe. Y el final, el final enmarca el poema de una forma a la vez sencilla y hermosa.

Me ha gustado mucho.

Un abrazo.

re: El regalo de las hayas

Publicado: Sab, 13 Oct 2012 22:28
por Quinteño de Greda
Paisajes bucólicos añoras en tus versos Pilar.

Se nota tu amor por la madre Natura.

Un abrazo.

Re: El regalo de las hayas

Publicado: Mar, 16 Oct 2012 15:42
por Pilar Morte
Begoña Egüen escribió:
Pilar Morte escribió:Creí que llovía
pero el granizo nos hirió a golpes,
dejando fracturados los tejados sobre paredes que tiemblan.
He caído
y en un costado se agolpa el dolor y los rostros.

Llamo al sosiego, a la paciencia que absorbe
el dictamen que duele porque desconoce el camino del hielo.

Me entiendes si te digo que:
necesito las hayas del Moncayo,
el gorjeo de los pájaros que aún no tiemblan,
las pinceladas del otoño que enfrían el paisaje
y pasear por esas alfombras que nos regalan las hojas
para descansar en el tronco de los árboles.
Sí, todo vibra y lo siento dulce en mi vientre

Sabes que me nutro de la esencia,
del aroma que me regala el bosque,
de ese templo sincero donde el arroyo rompe el silencio
y fluye hecho cristal habitado
de alguna hoja barquito de insectos.

Necesito irrumpir en su altura
prolongarme en los tallos, savia y sangre en simbiosis profunda,
naturaleza que se vive en mí, que me vivo en ella,
lenguaje que ha creado el trino y la brisa y nos liga con amor
para comunicarnos sin palabras.

Es fácil, lo sé (o difícil)
saberse uno con todo.

¡Cómo te añoro!
Me ha encantado la lectura de este sensitivo poema. Muchas gracias por haber compartido. Felicidades.
Un abrazo.
BEGOÑA.
Me alegró verte por mis versos y te agradezco tus amables palabras
Abrazos
Pilar