La esencia resurge
Publicado: Lun, 08 Oct 2012 22:39
"La creencia en algún tipo de maldad sobrenatural no es necesaria.
Los hombres por sí solos ya son capaces de cualquier maldad."
Joseph Conrad
Libertad:
brumoso canto de sirenas
maquillado de siglas y trajes,
demagogia con vocablos sociales
en intereses generales cercenados.
Silentes manos en el túnel oscuro
te manosean, te envuelven, te embaucan.
Maquinaria dispuesta y predispuesta
a la enajenación legalizada.
Libertad de hecho consumado
olvidada la perenne conquista.
Alma de hombre
convertida en destinos
de caminos ajenos.
Alma de hombre
virtuoso y honesto,
¡quién la conociera!
Cuando el velo desaparece,
la sensación de desasosiego
converge en un vértigo infinito,
en una sima convertida pozo
de caída constante,
de una Roma envuelta en llamas
por nerones neoclásicos.
Poder, para subyugarte,
esencia de alma
deshumanizada, en humanos
de corazones oscuros,
corazones de tinieblas.
II
De la gota incolora
que pule nuestras venas
emerge el horror
de nuestra esencia primigenia
en retazos de lucidez extrema.
Grabado en nuestras células
cohabita el politeísmo intrínseco
de majestuosos dioses primitivos
creídos derrotados y olvidados
en el raciocinio y la sociedad.
Pero silentes y encubiertos
mueven sus hilos
hechos de antigüedad y
soberbia tamizada.
Muertos o encerrados
los hombres de luz
lloran por las tinieblas lentas
que cubren el lugar
conquistado a sus hijos.
Los hombres por sí solos ya son capaces de cualquier maldad."
Joseph Conrad
Libertad:
brumoso canto de sirenas
maquillado de siglas y trajes,
demagogia con vocablos sociales
en intereses generales cercenados.
Silentes manos en el túnel oscuro
te manosean, te envuelven, te embaucan.
Maquinaria dispuesta y predispuesta
a la enajenación legalizada.
Libertad de hecho consumado
olvidada la perenne conquista.
Alma de hombre
convertida en destinos
de caminos ajenos.
Alma de hombre
virtuoso y honesto,
¡quién la conociera!
Cuando el velo desaparece,
la sensación de desasosiego
converge en un vértigo infinito,
en una sima convertida pozo
de caída constante,
de una Roma envuelta en llamas
por nerones neoclásicos.
Poder, para subyugarte,
esencia de alma
deshumanizada, en humanos
de corazones oscuros,
corazones de tinieblas.
II
De la gota incolora
que pule nuestras venas
emerge el horror
de nuestra esencia primigenia
en retazos de lucidez extrema.
Grabado en nuestras células
cohabita el politeísmo intrínseco
de majestuosos dioses primitivos
creídos derrotados y olvidados
en el raciocinio y la sociedad.
Pero silentes y encubiertos
mueven sus hilos
hechos de antigüedad y
soberbia tamizada.
Muertos o encerrados
los hombres de luz
lloran por las tinieblas lentas
que cubren el lugar
conquistado a sus hijos.