Editorial Alaire

Hay cualidades en el centro de gravedad de la plomada
que entroncan no se sabe cómo
con el vértice de las hojas,
que, a su vez,
presagian el sentido inevitable de la lluvia.
Todo apunta a la caída: los ángulos, el centro de la Tierra,
los sueños de Newton desbocados.
Los ángeles caídos son vectores que siembran en el suelo
los miasmas que el cielo depura de su herida.
Un juego cósmico y siniestro
hurga en las úlceras llameantes de los ojos
y estallan palabras artilladas en las manos
abriendo surcos donde brotan espumas
que ornarán los labios de la muerte.
Burla el amor a las caricias tenazmente,
que se pierden cegadas en las olas
del desafecto. Abrir la flor de los arcanos
produce un escozor que desemboca
inevitablemente en un silencio azul.

Hay que intentar ir contra la gravedad cuando ésta produce dolor. Elevarse y decirse alegría. Esto me lo digo también a mí que buena falta me hace.
Precioso poema
Abrazos
Pilar

Qué hermoso poema, Roberto!

"Los ángeles caídos son vectores que siembran en el suelo
los miasmas que el cielo depura de su herida."

Estos dos versos me parecen, sencillamente, extraordinarios.

Salud y felicidad,

Hallie

Roberto, de los poemas tuyos que más me han gustado -de momento- juegas con una imágenes impactantes, un ritmo despiadado, todo un placer para la lectura.

Un abrazo.

El silencio azul en que termina la gravedad
es el síndrome de la manzana que desploma indefinidamente.

Un abrazo

Guillermo

Pilar Morte escribió:Hay que intentar ir contra la gravedad cuando ésta produce dolor. Elevarse y decirse alegría. Esto me lo digo también a mí que buena falta me hace.
Precioso poema
Abrazos
Pilar

Que buena falta nos hace, Pilar. Besos siempre.

Contra esa gravedad que arrastra a la caída está la ingravidez de la poesía, que nos eleva sobre nosotros mismos. Me gustó leerte.
Un abrazo.
Pepa

Hallie Hernández Alfaro escribió:Qué hermoso poema, Roberto!

"Los ángeles caídos son vectores que siembran en el suelo
los miasmas que el cielo depura de su herida."

Estos dos versos me parecen, sencillamente, extraordinarios.

Salud y felicidad,

Hallie

Cuánto me alegra saber que te gustan, Hallie. Me siento muy halagado. Besos.

ROBERTO LÓPEZ escribió:Hay cualidades en el centro de gravedad de la plomada
que entroncan no se sabe cómo
con el vértice de las hojas,
que, a su vez,
presagian el sentido inevitable de la lluvia.
Todo apunta a la caída: los ángulos, el centro de la Tierra,
los sueños de Newton desbocados.
Los ángeles caídos son vectores que siembran en el suelo
los miasmas que el cielo depura de su herida.
Un juego cósmico y siniestro
hurga en las úlceras llameantes de los ojos
y estallan palabras artilladas en las manos
abriendo surcos donde brotan espumas
que ornarán los labios de la muerte.
Burla el amor a las caricias tenazmente,
que se pierden cegadas en las olas
del desafecto. Abrir la flor de los arcanos
produce un escozor que desemboca
inevitablemente en un silencio azul.

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Hermoso poema, amigo Roberto. Me han gustado el tratamiento y el desarrollo de esa fuerza gravitoria de un sino que da en el suelo. Cicatriz de melancolía, de la gravedad a la fuerza de la levedad, misteriosas leyes en algunas conjunciones míticas que no pudieron permanecer.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordial abrazo.

Excelente poema.

"Un juego cósmico y siniestro
hurga en las úlceras llameantes de los ojos
y estallan palabras artilladas en las manos
abriendo surcos donde brotan espumas
que ornarán los labios de la muerte."

Los versos que me he traído me parecen una verdad cabal e indiscutible.
Aplausos, poeta, y un abrazo

Me gusta en poesía, encontrar autores que buscan huir de la trampa de lo trivial y remanido. Este poema es un claro ejemplo de lo que debemos buscar en el arte milenario de la poesía, descubrir en ella nuestra voz, nuestra novedad en cuanto a la forma de nombrar y afrontar la tradición para que esta evolucione en nosotros mismos; los temas son los de siempre: angustia existencial, amor celebrado o perdido, paso del tiempo, injusticia o justicia social, homenaje, experiencia personal....; el reto, repito, consiste en buscar estos temas en cada uno de nosotros, para que la subjetividad deforme la tradición para poderla adaptar a nuestra forma de ver o sentir.

Un abrazo

Israel Liñán escribió:Roberto, de los poemas tuyos que más me han gustado -de momento- juegas con una imágenes impactantes, un ritmo despiadado, todo un placer para la lectura.

Un abrazo.

La caída es despiadada, la soledad es despiadada. Gracias, Israel. Abrazos.

Roberto,

siempre he pensado que la física es muy poética. Si uno se pone a pensar en las leyes inmutables que Newton definió, o en el agujero negro racional que Einstein después inauguró, se le va la cabeza inevitablemente a poéticas cósmicas.

Tú has sabido trabajar muy bien ese filón porque lo has entroncado sabiamente con el sentimiento humano. De lo cósmico a lo humano, en un lenguaje muy trabajado y sugerente.

Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:El silencio azul en que termina la gravedad
es el síndrome de la manzana que desploma indefinidamente.

Un abrazo

Guillermo

Así es. Y también es el cielo, como antítesis del ineluctable destino de los cuerpos. Abrazos, amigo.

Josefa A. Sánchez escribió:Contra esa gravedad que arrastra a la caída está la ingravidez de la poesía, que nos eleva sobre nosotros mismos. Me gustó leerte.
Un abrazo.
Pepa

Cuánta razón tienes, Pepa. Encantado de tu visita. Besos.