Tragedia
Publicado: Mié, 03 Oct 2012 3:22
I
Si tú me justificas por pendejo,
yo no te justifico por liviana,
debido a que en mi verbo se engalana,
mordaz preocupación de tono añejo.
Si rompo las aristas del espejo
con este aspecto mío cual de rana,
comprendo con virtud serena y vana,
tu fiel declinación a mi consejo.
Sentadas las razones, suelta risa,
que mi naufragio es eso, negra broma
sin eco en las paredes y cavernas.
Así que no detengas la sonrisa:
tan sólo se me escapa la paloma
por no tener la llave de sus piernas.
II
Me da terror dormir y que en mi sueño,
me asalte la terrible pesadilla,
de hallarte con el piso en la rodilla
y ya tu lengua anclada con empeño.
Aprendo por lo tanto a ser risueño,
a no sentir rencor en la costilla
y celebrar al macho que te pilla,
pero que tú me dices, no es tu dueño.
Porque a pesar que tiemblen tus hinojos
por simple sensación de calentura,
bien sé que guardas viva entre los ojos,
la monja incorruptible que presumes.
La sábana me cubre la amargura,
de hallarte con olor de otros perfumes.
Alberto Madariaga
(2011)
Si tú me justificas por pendejo,
yo no te justifico por liviana,
debido a que en mi verbo se engalana,
mordaz preocupación de tono añejo.
Si rompo las aristas del espejo
con este aspecto mío cual de rana,
comprendo con virtud serena y vana,
tu fiel declinación a mi consejo.
Sentadas las razones, suelta risa,
que mi naufragio es eso, negra broma
sin eco en las paredes y cavernas.
Así que no detengas la sonrisa:
tan sólo se me escapa la paloma
por no tener la llave de sus piernas.
II
Me da terror dormir y que en mi sueño,
me asalte la terrible pesadilla,
de hallarte con el piso en la rodilla
y ya tu lengua anclada con empeño.
Aprendo por lo tanto a ser risueño,
a no sentir rencor en la costilla
y celebrar al macho que te pilla,
pero que tú me dices, no es tu dueño.
Porque a pesar que tiemblen tus hinojos
por simple sensación de calentura,
bien sé que guardas viva entre los ojos,
la monja incorruptible que presumes.
La sábana me cubre la amargura,
de hallarte con olor de otros perfumes.
Alberto Madariaga
(2011)