Capitulación
Publicado: Vie, 21 Sep 2012 3:30
Me llené de almejas para quererte,
sin negarme a lo absurdo,
a los gatos de la duda corriendo en los tejados
que se prolongaron tantas noches
entre mi angustia interminable.
No era sólo el sabor de las barcas,
no...
Sólo esa defensa de las marismas del sueño
y en ese giro de astros
se me coló este relámpago oscuro
sin el sosiego,
sin ese retardo de aspavientos tangibles
de tu roce más cierto
y de mi anhelo desnudo.
Sólo para quererte...
Para buscar contigo los siglos incendiados,
los que no habitan en las brújulas,
aquellos remotos recodos
de la sensación rendida
y es que fue para quererte
y para estrecharte algo más
que la quietud de tus mejillas.
Costa del alfarero que no acaba,
todo por este afán del corazón anclado.
Y se te fue del labio una gaviota,
de demencial latido,
frente a mis ojos llenos de almejas
y mis oídos llenos de llanto.
Alberto Madariaga
(2010)
sin negarme a lo absurdo,
a los gatos de la duda corriendo en los tejados
que se prolongaron tantas noches
entre mi angustia interminable.
No era sólo el sabor de las barcas,
no...
Sólo esa defensa de las marismas del sueño
y en ese giro de astros
se me coló este relámpago oscuro
sin el sosiego,
sin ese retardo de aspavientos tangibles
de tu roce más cierto
y de mi anhelo desnudo.
Sólo para quererte...
Para buscar contigo los siglos incendiados,
los que no habitan en las brújulas,
aquellos remotos recodos
de la sensación rendida
y es que fue para quererte
y para estrecharte algo más
que la quietud de tus mejillas.
Costa del alfarero que no acaba,
todo por este afán del corazón anclado.
Y se te fue del labio una gaviota,
de demencial latido,
frente a mis ojos llenos de almejas
y mis oídos llenos de llanto.
Alberto Madariaga
(2010)