Te besaré algún día

[Marisa Peral]

[quote="F. Enrique"]

Precioso y romántico como pocos.
Los dos últimos versos, como dice Alberto Madariaga, se prestan a confusión y hay que releerlos, por eso el final de un gran poema rompe su ritmo. Pero a mí me parece un juego de palabras muy nuestro así que... habría que darles otra vueltita de tuerca para que, sin eliminarlos porque son preciosos, queden de forma que al lector no le cueste acabar el poema sin tener que volver atrás.
¿Que cómo se hace? pues ni idea, compañero.
En realidad, bueno, mis disculpas por este atrevimiento, F.Enrique.
El poema es precioso y he disfrutado su lectura.
Gracias por compartir y un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Blanca, es realmente un privilegio poder contar con la amabilidad de tus palabras y esa forma tan educada de utilizar nuestro idioma, tuyo y mío de la misma forma, que a los españoles nos resulta un tanto extraña y nos hace sonreír, siempre en el mejor sentido. Quizás hayamos perdido un poco de elegancia en el lenguaje coloquial.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Concha, la verdad es que eres muy simpática, vaya, hasta en fotografía se te escapa la sonrisa. Me alegro mucho de que haya gustado, de que lo hayas visto como me dices. Con respecto a lo que me preguntas, te imaginas que te dijera que lo verdaderamente terrible es que llegó ese día, y no por él mismo en sí, sino por los que le siguieron... Pero bueno, bromas aparte, es cierto que hay amores que hacen mucho daño.

Un abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Retornar a los momentos felices (o no) de la adolescencia, puede ser toda una experiencia y, a veces, puede dar pie a hermosos poemas, como este. Un placer.
Un abrazo.
Pepa

[F. Enrique]

Es uno de esos poemas, Hallie, que parece que te buscan, que no eres muy consciente de lo que dices mientras los escribes, pero que al terminarlo, apenas te atreves a cambiar una coma. Por ello creo que fluyeron en estado puro mis contradicciones. Gracias, como siempre, por tu amabilidad que conmigo nunca se acaba.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Marisa. por lo mucho y bueno que me dices del poema y desde luego no tienes que excusarte por la pega que le pones, tenemos que empezar a admitir que eso nos puede y nos debe ocurrir incluso con autores consagrados. Yo intentaré explicártelo y si aún así no lo ves, creo que no habría que darle demasiada importancia, no siempre estamos finos, quizás no haya sido afortunado mezclar un ritmo casi nerudiano con otro más severo. Este cambio de ritmo fue buscado en el intento de darle un poco de fuerza al poema, y me metí, o intenté hacerlo, en un cierto conceptismo; la cuestión era ¿Cómo pretendes ser mía si no eres de ti misma? y a partir de ahí, el segundo verso es más simple, de tanto que quisiste entregarte a mí, me acabarías teniendo en tu despertar.

Un abrazo, Marisa, cuando no hay mala intención, y en tu caso es más que evidente, las cosas no deben sentar mal, y menos con las cosas tan agradables que me dices, además, a veces, se echa un poco de menos comentarios con un cierto sentido crítico.

[F. Enrique]

No puedes estar más acertada, Pepa, en tu comentario. Ahí está la intención del poema, miré atrás y me llené de adolescencia y, casi sin darme cuenta, recordé al poeta al que leía entonces, también lo hacía la muchachita a la que va dirigido el poema. Ella me dejó estos versos en un libro que me regaló, yo te doy las gracias, por mí y por ella,

Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía.

Vamos a pensar que Neruda era plenamente maduro cuando le escribió este ¿soneto? a Matilde Urrutia.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Me olvidaba, Pepa, el poeta de esos dos versos maravillosos es Pablo Neruda.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias, Liz. Lo escribí como si volviera a algo mucho tiempo olvidado, después de algún tiempo escribiendo de una manera distinta que no me permitía alzar el vuelo. Me sentí contento al comprobar que me recordaba a mí mismo, a lo que nunca fui, pero ella sentía.

Tú siempre tan amable.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Es superprecioso, tiene unas imágenes de las que me gustan a mí, de las imposbles, de las originales y verdaderas.

Además ¿llegó ya el "algún día?" (pregunta íntima vaya¡)

Bueno, abrazos mediterráneos de todas formas.

Ese día es como el barco del arroz, Concha. El amor es un sueño que nunca nos despierta, hemos caído en la privacidad mal entendida del mundo pequeño-burgués. Los poetas confesionales hace años que cogieron las maletas, esos nos hace pensar en la soledad sin tregua en la que se resuelve de mala gana Sylvia Plath.

Muchas gracias. Un abrazo.

[F. Enrique]

Una entrega preciosa y plena de buen oficio, Enrique.

Aplausos y felicitaciones,

Hallie

Gracias, Hallie, siempre eres atenta.

Un abrazo.

[Mirta Elena Tessio]

Te besaré algún día como lo hice entonces,
con los ojos cerrados y el corazón abierto,
esperando en la calle como un árbol dormido,
como un árbol sin hojas que tu olvido abrigara.

Te besaré algún día como si me muriera
y de la misma muerte brotaran los deseos.
En esa noche oscura escribiré un poema,
en esa noche oscura, solo, enamorado,
recordando tus alas y el último crepúsculo,
recordando tu huella como si me esperaras,
como si aún me amaras a pesar del silencio,
como si abierta al viento la falda de tu infancia
penetrara en mi alma en vuelo decadente
y escribiera en mi pecho la fragancia del tiempo
donde el reloj no tenga ni lamentos ni agujas.

Te besaré algún día como si fueras tuya
y de quererte darme tu aurora me tuviera.

Qué buen cierre Enrique, me ha encantado. disfruté la lectura en mi noche fría de octubre.
Abrazos .

[F. Enrique]

Qué buen cierre Enrique, me ha encantado. disfruté la lectura en mi noche fría de octubre.
Abrazos.

[/quote]

Me gusta mucho que lo hayas visto así, Mirta. Pienso que los últimos versos del poema son los mejores.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Te besaré algún día como lo hice entonces,
con los ojos cerrados y el corazón abierto,
esperando en la calle como un árbol dormido,
como un árbol sin hojas que tu olvido abrigara.

Te besaré algún día como si me muriera
y de la misma muerte brotaran los deseos.
En esa noche oscura escribiré un poema,
en esa noche oscura, solo, enamorado,
recordando tus alas y el último crepúsculo,
recordando tu huella como si me esperaras,
como si aún me amaras a pesar del silencio,
como si abierta al viento la falda de tu infancia
penetrara en mi alma en vuelo decadente
y escribiera en mi pecho la fragancia del tiempo
donde el reloj no tenga ni lamentos ni agujas.

Te besaré algún día como si fueras tuya
y de quererte darme tu aurora me tuviera.

Bello poema romantico, admiro tu buen hacer, Francisco. Abrazos, ERA

[F. Enrique]

Me he permitido escribir como un adolescente en determinados momentos, este es uno de ellos, Supongo que me acordaba del Neruda adolescente, ese que llegó al alma popular como ningún otro podrá hacerlo, a pesar del la fama del poeta. Ni "Residencia en la tierra", ni el "Canto general" cuentan con tanta devoción.

Gracias, Roxane. Un abrazo.