Editorial Alaire

No entendí la pureza adolescente
que me imbuyeron de liturgia,
si tenía las manos limpias de injusticia
y el corazón latía con ritmo generoso.

Para qué guardar el beso como único pecado,
¿Por qué confesar el agravio de un abrazo
si el calor de otro cuerpo
borda amapolas de colores en la cintura de la falda?

Era opresor vivir sin pájaros cantores.

Mi perrito lamía mi pierna
y agradecía sus caricias,
no eran sucios los jugos de su lengua
ni llevaba al infierno su caricia en el cuello.

Platicamos un credo para ojos inocentes
y era mortal cruzar el río de aguas agitadas.

Llegamos a olvidar el dulzor de los besos,
el calor de los labios
indefensos ante la carne virgen.
Ausentamos de la vida
la sonoridad tierna del contacto.
y solo el futuro
era espejo de amor en la retina.

[quote="Pilar Morte"]

Bellos versos intrincados en el tiempo y en el recuerdo. Un abrazo.

Eran amiga y sin embargo se anhelan...
Un placer leerle, dejo saludos para usted.

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Pilar Morte escribió:

Bellos versos intrincados en el tiempo y en el recuerdo. Un abrazo.

Gracias, Roberto, un lujo tenerte por mis versos
Abrazos
Pilar

Bello poema, Pilar, que te retrotrae a un tiempo de juventud. Abrazos, amiga mía.
Mario.

Blanca N. García González escribió:Eran amiga y sin embargo se anhelan...
Un placer leerle, dejo saludos para usted.

Sobre todo se anhela la juventud. Gracias por tus amables palabras
Abrazos
Pilar