Veinticinco de Septiembre

[Alejandro Costa López]

Veinticinco de septiembre,
el halo del verano vuela como paloma del adiós,
y un ayer cae postrado ante los susurros,
cantos de pájaros retrasados a su tiempo,
hojas en triste represión de color y ternura.

Respiramos la niebla
que nos dejó un ayer abandonado,
nos olvidamos de sentir aquello tantas veces dicho
y de decir lo que escondimos en el bolsillo
entre pespuntes de seda y humedales de agonía.

La noche padeció las palabras sin voz,
y en silencio, en la estupidez del desánimo,
alimentó la tormenta, la huída de estrellas
y el marchitar flemático e iracundo de las sombras.

De los paseos, tan solo quedan los senderos,
las pisadas se ahogaron con las ilusiones,
la felicidad marchó con los pétalos caídos.
Yo, partí hacia algún lugar
y tú nunca supiste encontrar el camino de regreso.

Recuerdo ver agonizar la primavera,
recoger un pétalo de flor dañado
en la paz trasiega del otoño,
-nunca supe que pasó con el verano-,
mientras imaginaba azules los pastos,
verdes las hojas y dorada la mañana.
Escribía versos a la vez que leía poemas del cielo,
respiraba piel de amor, para enardecerme el alma.
Dibujaba palabras para convertirlas en deseo
y caía en el más profundo de los abandonos.
Lloraba a la par que la lluvia mitigaba mi añoranza.

Quería ver más allá,
traspasar aquellas carcomidas ramas
que dejaban al descubierto la flaqueza del espíritu
y el dolor de un cuerpo masacrado por la luz
y encallecido por la tierra que le vio sufrir.

Respiré tanta niebla,
que sucumbí a un mar de rocío,
y en el intento de volar,
desgarré las alas que la vida había lesionado,
la primavera ignorado
y el otoño era incapaz de sanar.

Arranqué la última hoja de una estación que agonizaba.
Fue como un adiós marchitado y desgarrador,
un poema a medio escribir entre realidad e interrogante,
con lágrimas de olvido y angustias de deseo.

Creo que aún hoy,
sigo bajando peldaño tras peldaño
la escalera del adiós,
respirando la misma niebla,
paseando por el mismo sendero
con los miedos humedecidos en el bolsillo
y un libro con versos de cielo
cuidando la última hoja marchita de un otoño cualquiera.

Veinticinco de septiembre,
nunca supe que pasó con el verano.

[Alberto Madariaga]

Un poema sublime, al cual no le basta una lectura tan sólo para desmenuzarlo en su magnitud entera e interior. Pero hasta donde leo, veo mucho oficio en el poeta a la hora de sujetar y con ello mismo, vislumbrar el encabalgamiento en el poema, lo cual nos da una muy buena noción del dominio de una voz poética bastante lírica y estilizada. He encontrado muy buenas metáforas en tu poema estimado compañero, que -como dije antes- con un poco de más tiempo y dedicación me daré a la tarea de desentrañar. Por lo pronto te dejo un aplauso.

[Pilar Morte]

Poema de imágenes conseguidas que he disfrutado
Abrazos
Pilar

[Jorge Sánchez]

Un hermoso poema, cargado de contenido y lleno de contrastes. Así es como somos los humanos: capaces de tener sentimientos opuestos al mismo tiempo.
Un abrazo
Jorge

[Concha Vidal]

Mi querido Robín ¡¡ qué bien vas logrando el camino que te marcaste¡¡¡

(y sí, ya sé que no me olvidas, los caminos que seguimos juntos unos cuantos en poesía son difíciles de olvidar nos marcaron mucho¡¡¡

[Alejandro Costa López]

Gracias, muchas gracias Alberto por este comentario con el que me obsequias.

Un fuerte abrazo.

[Alejandro Costa López]

Me alegra saber que así ha sido.

Gracias Pilar.

Un beso.

[Alejandro Costa López]

Gracias Jorge. Me alegra saber que te ha gustado.

Un abrazo.

[Alejandro Costa López]

¿De veras crees que es así?

Pues lo tomo como un piropo y te mando un beso con la fuerza del cariño que te tengo.

Gracias Concha, gracias corazón.

[Roberto López]

[quote="Alejandro Costa López"]

No sé cómo se me ha escapado sin disfrutar este magnífico poema pletórico de sentimiento y lirismo. Me he sentido dentro de su paisaje nostálgico, como transportado en un sueño. Muchas gracias, amigo Alejandro, por obsequiarnos con esta maravilla. Saludos.

[Julio Gonzalez Alonso]

Felicitaciones, Alejandro. Todo el poema se mantiene a un gran nivel y el cierre es magnífico.
Salud.

Una duda: ¿Por qué el nombre del mes, septiembre, está escrito con mayúscula cuando en el poema aparece con minúscula? Tal vez le has querido dar un significado especial, no sé...

[Alejandro Costa López]

Gracias Roberto, muy amable.
Un abrazo.

[Alejandro Costa López]

Gracias Julio.
Realmente no te puedo contestar porque yo mismo no lo sé.
No quise darle ningún sentido especial, tan solo que al escribir el título marqué las mayúsculas. La
verdad, ni me había dado cuenta.
Un fuerte abrazo.

[Josefa A. Sánchez]

Me sumo a los elogios que me preceden. Un placer leerte.
Un abrazo.
Pepa

[Alejandro Costa López]

Gracias Josefa.
Un placer tenerte entre mis letras.
Un beso.