Editorial Alaire

EN HONOR A JOSEPH MERRICK

Tu coraje resulta codiciable,
aunque la lástima nos vete ver
-reconocer nuestro sutil deber-
tu materia y tu mente armonizables.

Única tu bondad incontestable,
tu lucha en la penumbra del placer,
cohibiendo con civismo aquel ayer
sádico del salvaje irrazonable.

Abriste la coraza de animal
que solo en cafetines es monserga,
sacaste al hombre preso del erial

rótulo que pavor tan solo alberga.
Viviste entre dos mundos; tu final
de artista para siempre se posterga.

Sube de la Sala de Espera.

Jorge, me ha gustado mucho encontrar un homenaje a Joseph Merrick, qué merecidos tus versos! Dolor y pena atrapadas en la inteligencia y vida de un hombre singular.

Aplausos y felicitaciones por tu soneto,

Hallie