Editorial Alaire

Aquel punto de luz
que rompe el horizonte;
aquel que aglutinó
la galaxia del polvo;
que fue clave, jamba y sustento
del efímero templo silenciado en amor
igual que una oración en la penumbra
fresca del corazón;
aquella hormiga, sí;
la voz que rozaba partículas de tiempo
con sedas transparentes;
el verso inacabado
que agitaba sus ramas plateadas
contra el transfondo añil del mar.
Tan sólo así te puedo definir,
pequeña mota azul
hacia la que camino.

Sigilosos y llenos de una potente hermosura, los primeros versos abren el camino para la introversión lírica.

Muchos aplausos, poeta.


Hallie

Todo se aparece en signos de la vida en este poema que conforma casi una única frase que nos lleva al final en el que también encontramos un final. Aplausos.
Salud.

Un punto de luz siempre anima el camino. Y se hace necesario
para saber el destino real o figurado, recogido en la grata reflexión de tu poema.
Un abrazo

Guillermo

A veces un punto sólo desgrana un gran poema. Un gusto leer el tuyo
Abrazos
Pilar

Muy logrado este poema, Roberto. Un bello ejercicio de metafísica. Abrazos.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Sigilosos y llenos de una potente hermosura, los primeros versos abren el camino para la introversión lírica.

Muchos aplausos, poeta.


Hallie

Agradezco tus palabras y tu aliento, Hallie. Besos.

Hay un algo en estos versos tuyos que nos recuerda la luz que perseguimos, se me viene a la memoria, pero no sabría definirlo; esa manía que nos arrastra a caminar hacia la esperanza cuando nos sentimos desorientados.

Un buen poema, Roberto, para empezar a hablar de todo ello. Un saludo.

Julio González Alonso escribió:Todo se aparece en signos de la vida en este poema que conforma casi una única frase que nos lleva al final en el que también encontramos un final. Aplausos.

Salud.

Gracias, Julio. Tus palabras son puro acicate para mí. Saludos.

ROBERTO LÓPEZ escribió:Aquel punto de luz
que rompe el horizonte;
aquel que aglutinó
la galaxia del polvo;
que fue clave, jamba y sustento
del efímero templo silenciado en amor
igual que una oración en la penumbra
fresca del corazón;
aquella hormiga, sí;
la voz que rozaba partículas de tiempo
con sedas transparentes;
el verso inacabado
que agitaba sus ramas plateadas
contra el transfondo añil del mar.
Tan sólo así te puedo definir,
pequeña mota azul
hacia la que camino.

La inmensidad se reduce a un punto, como la eternidad a un instante muchas veces.
Me encantó este poema, un abrazo, Luna.-

Guillermo Cuesta escribió:Un punto de luz siempre anima el camino. Y se hace necesario
para saber el destino real o figurado, recogido en la grata reflexión de tu poema.
Un abrazo

Guillermo

Un solo punto de luz es justo lo necesario para iniciar un cambio radical. Gracias, Guillermo.

Cuando voy y vengo en estos tránsitos de internet de vez en cuando tengo la alegría de leerte o releerte un poema que no había comentado, y así poderte decir lo mucho que me gusta como escribes. Pero mucho. Esa luz que nos marca un destino es lo mejor que puede pasarnos en este océano sin faros.
Un abrazo.
Pepa

Pilar Morte escribió:A veces un punto sólo desgrana un gran poema. Un gusto leer el tuyo
Abrazos
Pilar

Un punto terapéutico y esperanzador en este caso, Pilar. Un abrazo cordial.

Raumón Carballal escribió:Muy logrado este poema, Roberto. Un bello ejercicio de metafísica. Abrazos.

La mota azul es el pasado que resucita y adquiere tintes de horizonte nuevo. Gracias, Ramón.

Desde un punto partimos, retornamos, se genera un nuevo universo...En fin, que buen poema, poeta. MIs abrazos de amigo.