Editorial Alaire

No fue un naufragio aquella luz
como una chispa en la línea del mar;
no fueron las centellas que guían a los delfines
en su crepuscular huida;
ni fue el entrechocar del pedernal flotante.
Se oyó un estruendo sordo,
la colisión ralentizada de dos barcos de trapo.
Se agitaron paisajes ignorados del cuerpo,
una inversión audaz de los tejidos.
El mundo celular
contempló las gargantas de las nubes,
asentado su corazón proteínico
en estratos viscosos. Los fluidos
conformaron orillas
donde cilios arbóreos ofrecieron
floraciones nerviosas.
Y es que la gelatina del amor
nunca fue indiferente a la muerte.
Por oscuros conductos
donde conviven zafios pordioseros
de preguntas antiguas,
se deslizó aquel sol con que jugaron
los niños inocentes.
Nada más lejos de uno mismo
que el yo perplejo y desolado
ante el naufragio presentido de la propia ceguera.

ROBERTO LÓPEZ escribió:No fue un naufragio aquella luz
como una chispa en la línea del mar;
no fueron las centellas que guían a los delfines
en su crepuscular huida;
ni fue el entrechocar del pedernal flotante.
Se oyó un estruendo sordo,
la colisión ralentizada de dos barcos de trapo.
Se agitaron paisajes ignorados del cuerpo,
una inversión audaz de los tejidos.
El mundo celular
contempló las gargantas de las nubes,
asentado su corazón proteínico
en estratos viscosos. Los fluidos
conformaron orillas
donde cilios arbóreos ofrecieron
floraciones nerviosas.
Y es que la gelatina del amor
nunca fue indiferente a la muerte.
Por oscuros conductos
donde conviven zafios pordioseros
de preguntas antiguas,
se deslizó aquel sol con que jugaron
los niños inocentes.
Nada más lejos de uno mismo
que el yo perplejo y desolado
ante el naufragio presentido de la propia ceguera.

La decepción es un naufragio de la razón.
Uno choca con ideas , situaciones, momentos, gentes
que motivan respuestas pero cuando la decepción es causada
por ingenuos acomodos de la razón, puede nacer el dolor.

Buen poema Robereto

abrazos

lázaro.

Es duro naufragar en la ceguera y tu muestras madurez para superarlo. Hermosos versos
Abrazos
Pilar

Quedarse ciego grave deterioro, por más deterioro es no querer ver la realidad
Un naufragio puede ser de las dos formas preescritas.

Disfruté de tu poema y de esa imaginaria colisión de sentimientos.

Un abrazo

Guillermo

lazaro Habana escribió:

ROBERTO LÓPEZ escribió:La decepción es un naufragio de la razón.
Uno choca con ideas , situaciones, momentos, gentes
que motivan respuestas pero cuando la decepción es causada
por ingenuos acomodos de la razón, puede nacer el dolor.

Buen poema Robereto

abrazos

lázaro.

Gracias siempre por tu aportación, Lázaro. Abrazos.

Ese conceptualismo tan hermoso me recuerda al maestro Gamoneda.
Siempre es un placer leerte, amigo Roberto, tu poesía nunca defrauda.
Un cordial abrazo.

Pilar Morte escribió:Es duro naufragar en la ceguera y tu muestras madurez para superarlo. Hermosos versos
Abrazos
Pilar

Lo mejor del naufragio es la salvación. Besos, Pilar.

Guillermo Cuesta escribió:Quedarse ciego grave deterioro, por más deterioro es no querer ver la realidad
Un naufragio puede ser de las dos formas preescritas.

Disfruté de tu poema y de esa imaginaria colisión de sentimientos.

Un abrazo

Guillermo

En este poema me refiero a la segunda de tus proposiciones, Guillermo. un abrazo.

Siempre sabemos cómo, cuándo y por qué vamos a sufrir pero lo eternizamos en una batalla perdida de antemano.

Me han encantado las imágenes que nos regalas Roberto, son originales y llenas de fuerza.

Besos.

Rafel Calle escribió:Ese conceptualismo tan hermoso me recuerda al maestro Gamoneda.
Siempre es un placer leerte, amigo Roberto, tu poesía nunca defrauda.
Un cordial abrazo.

La comparación que me haces, Rafel, es inmerecida, pero me encanta. Abrazos.

ROBERTO LÓPEZ escribió:No fue un naufragio aquella luz
como una chispa en la línea del mar;
no fueron las centellas que guían a los delfines
en su crepuscular huida;
ni fue el entrechocar del pedernal flotante.
Se oyó un estruendo sordo,
la colisión ralentizada de dos barcos de trapo.
Se agitaron paisajes ignorados del cuerpo,
una inversión audaz de los tejidos.
El mundo celular
contempló las gargantas de las nubes,
asentado su corazón proteínico
en estratos viscosos. Los fluidos
conformaron orillas
donde cilios arbóreos ofrecieron
floraciones nerviosas.
Y es que la gelatina del amor
nunca fue indiferente a la muerte.
Por oscuros conductos
donde conviven zafios pordioseros
de preguntas antiguas,
se deslizó aquel sol con que jugaron
los niños inocentes.
Nada más lejos de uno mismo
que el yo perplejo y desolado
ante el naufragio presentido de la propia ceguera.

...................................................................................................................
He tenido que volver, el poema es tan hermoso... Me lo estoy aprendiendo de memoria y con tu permiso lo recitaré en la Nit del Art (la noche del arte) el 19 de septiembre, en un gran encuentro de poetas en Palma.
Abrazos.

Maria Pilar Gonzalo escribió:Siempre sabemos cómo, cuándo y por qué vamos a sufrir pero lo eternizamos en una batalla perdida de antemano.

Me han encantado las imágenes que nos regalas Roberto, son originales y llenas de fuerza.

Besos.

Agradezco tus palabras siempre tan personales y directas. Besos, Pilar.

Rafel Calle escribió:

ROBERTO LÓPEZ escribió:...................................................................................................................
He tenido que volver, el poema es tan hermoso... Me lo estoy aprendiendo de memoria y con tu permiso lo recitaré en la Nit del Art (la noche del arte) el 19 de septiembre, en un gran encuentro de poetas en Palma.
Abrazos.

No sólo tienes mi permiso, sino que será un honor para mí. Gracias, Rafel, por tu amabilidad. Un abrazo.

Ronald Bonilla escribió:Muy buen poema, Roberto, destaco sobre todo el final que es más que bueno:
se deslizó aquel sol con que jugaron
los niños inocentes.
Nada más lejos de uno mismo
que el yo perplejo y desolado
ante el naufragio presentido de la propia ceguera.

Abrazos.

Uno reconoce los errores siempre tarde, pero se hacen clarividentes en su propia desolación. Saludos.