Maria Pilar Gonzalo escribió:
Ahora que mis huesos anochecen
me dejas jugando en el tamariz de tus manos
no hay lunas en tus sienes níveas
ni estrellas que recuerden tu adorado esplendor
Amor perdido en tu regazo de salvadora indiscutible
aflora el día y sin embargo el sol se empeña en morir
donde la conciencia se diluye entre los cipreses que celan tu vigilia
Vuelvo con el reflejo de la luna que te corona en halo de amor
sigues dormida acunada entre mirtos sin latido
No estás
Te extinguiste
Y se fue en silencio con el rostro escarchado de amapolas
sin más mortaja que el frío
con la luz de sus sílabas acariciando el aire
prendida de quietud y bondad cegadora
Reina de la soledad
Madre amantísima
No vi este poema porque ya estaba fuera pero ahora, quiero felicitarte por esta preciosidad llena de ternura y sentimiento. Hondos sentimientos que no son fáciles de transmitir, yo también lo sé, querida amiga.
Felicitarte por la merecidísima distinción a tu poema.
Y, finalmente, felicitarte también aunque con retraso, por haber abandonado la treintena
Anda, que no te queda nada para pillarme... grrrrr
Un beso grandote y que cumplas muchos más.