Editorial Alaire

Guillermo Cuesta escribió:No, no estoy en la nube, bajé hace ya tres noches.
Lo hice a oscuras, como si ya
no tuviera ni tiempo ni elegancia
para comunicar contigo a cielo abierto.

Manché mis pies de barro, pues la lluvia
tan reciente y sumisa era
que apenas la sentí. Apenas.

No sé porqué bajé de allí. Por qué
cambié de sitio si en aquel
las alas para descifrar la realidad
estaban más dispuestas.
Traté de abrir la sien de los prejuicios
y conjugar espacio y tiempo
para decirte que pusieras plumas en tus alas
y juntos, y dispuestos a volar,
diéramos a la nube un recuerdo de algodón.

Julio González Alonso escribió:

Guillermo Cuesta escribió:No, no estoy en la nube, bajé hace ya tres noches.
Lo hice a oscuras, como si ya
no tuviera ni tiempo ni elegancia
para comunicar contigo a cielo abierto.

Manché mis pies de barro, pues la lluvia
tan reciente y sumisa era
que apenas la sentí. Apenas.

No sé porqué bajé de allí. Por qué
cambié de sitio si en aquel
las alas para descifrar la realidad
estaban más dispuestas.
Traté de abrir la sien de los prejuicios
y conjugar espacio y tiempo
para decirte que pusieras plumas en tus alas
y juntos, y dispuestos a volar,
diéramos a la nube un recuerdo de algodón.

Convincente, tierno, sugerente, esperanzador... me gustan estos versos bien hilados, bien dichos, hermosamente recreados en el amor. Con un abrazo.
Salud.

Sugerencia: en el verso "No sé por qué bajé de allí. Por qué..." ambas partículas son interrogativas, o si no debiera decir: "No sé el porqué de bajar allí" que no es, ni de lejos, tu intención. Te lo comento porque veo que cuidas mucho el estilo, la ortografía y la sintaxis.

Isabel Moncayo escribió:Cuánta ternura y cuánto cariño me transmite este poema, estimado Guillermo.

Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:No, no estoy en la nube, bajé hace ya tres noches.
Lo hice a oscuras, como si ya
no tuviera ni tiempo ni elegancia
para comunicar contigo a cielo abierto.

Manché mis pies de barro, pues la lluvia
tan reciente y sumisa era
que apenas la sentí. Apenas.

No sé porqué bajé de allí. Por qué
cambié de sitio si en aquel
las alas para descifrar la realidad
estaban más dispuestas.
Traté de abrir la sien de los prejuicios
y conjugar espacio y tiempo
para decirte que pusieras plumas en tus alas
y juntos, y dispuestos a volar,
diéramos a la nube un recuerdo de algodón.

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Guillermo Cuesta escribió:
Bellos versos, cadenciosos y tiernos. Un gusto de lectura. Saludos, Guillermo.

P.D.: En cuanto a las partículas interrogativas, estoy de acuerdo con Julio. Las dos deben ser "por qué". Un abrazo.

Aurora Zarco escribió:Que bonito Guillermo, cuanta ternura, un besito
Aurora

Josefa A. Sánchez escribió:A veces es mejor bajar al barro y sentir su carne tierna entre los pies descalzos, pero con cuidado de que no se manchen las alas. Me gustó el poema.
Un abrazo.
Pepa