VAMOS A SUPONER UN CATACLISMO
Publicado: Dom, 22 Jul 2012 8:25
VAMOS A SUPONER UN CATACLISMO
Después qué importa si a luna accede y allí,
pongamos que es el alba llevando un ruiseñor,
suma volcanes, tiembla como se tiembla allá en la luna,
un modo de temblar que no es el frío,
que no es la catarata que se abre dispuesta por los hombros,
que no es el mundo cuando caminamos de vuelta del comer,
del tiempo que ha costado y el precio del trabajo y los sudores,
pongamos, por poner, que ya es el día, que toca en la ventana,
un modo de tocar que no es prosaico,
que toca y llueven lágrimas, y se agitan cristales y vapores,
que toca y en el cuello se nos queda clavada la alegría,
que toca y abre y tiembla y se retuerce cual boca inabarcable,
que toca y por la axila de los sueños se nacen los arrullos,
pongamos que es el ansia desnuda en los balcones,
pongamos que se acercan a los pechos los mirlos exiliados,
pongamos, por poner, una velita al Dios de los más solos.
y así, multiplicados, los caminos bifurcan sus anhelos
y yo parto hacia el sur con mis abejas,
y tú le das al norte insolidario reflejos que no tiene,
pongamos una tarde cayéndose de pena al mar de los olvidos,
un ramo de cerezas incorruptas naciéndote en los labios.
Después qué importa si a la luna accede,
la luna accede más después qué importa
accede más después qué importa a luna.
Pongamos, por poner, que era la noche tocando la ventana.
Pongamos ese empeño, qué importa, por ponerlo.
Después qué importa si a luna accede y allí,
pongamos que es el alba llevando un ruiseñor,
suma volcanes, tiembla como se tiembla allá en la luna,
un modo de temblar que no es el frío,
que no es la catarata que se abre dispuesta por los hombros,
que no es el mundo cuando caminamos de vuelta del comer,
del tiempo que ha costado y el precio del trabajo y los sudores,
pongamos, por poner, que ya es el día, que toca en la ventana,
un modo de tocar que no es prosaico,
que toca y llueven lágrimas, y se agitan cristales y vapores,
que toca y en el cuello se nos queda clavada la alegría,
que toca y abre y tiembla y se retuerce cual boca inabarcable,
que toca y por la axila de los sueños se nacen los arrullos,
pongamos que es el ansia desnuda en los balcones,
pongamos que se acercan a los pechos los mirlos exiliados,
pongamos, por poner, una velita al Dios de los más solos.
y así, multiplicados, los caminos bifurcan sus anhelos
y yo parto hacia el sur con mis abejas,
y tú le das al norte insolidario reflejos que no tiene,
pongamos una tarde cayéndose de pena al mar de los olvidos,
un ramo de cerezas incorruptas naciéndote en los labios.
Después qué importa si a la luna accede,
la luna accede más después qué importa
accede más después qué importa a luna.
Pongamos, por poner, que era la noche tocando la ventana.
Pongamos ese empeño, qué importa, por ponerlo.