PALABRAS PARA C. -IV- r.
Publicado: Dom, 15 Jul 2012 18:34
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Si pudiera contar los pliegues de tu sonrisa,
habitar las horas que respiras y mecerme
como una hoja en las ramas de tus brazos.
Si tus labios me surcaran el pecho ansioso
como si una tierra sedienta fuera,
mientras asumo con ojos cerrados
que su humedad no es un sueño
y los dioses son sensibles a mis plegarias.
Si la tibieza de tu aliento en mi hombro
me insuflara el ánima de la osadía
y de tu mirada el reclamo
hiciera un mapa preciso
de caminos guiados.
Si tu espalda se ofreciera
como una armadía donde asirme
-náufrago en tu ausencia-
y desde ella abrazado romper la oscuridad
de la noche infinita que acojo.
Ay , mi amor, si la distancia
que nos separa fuera una espiral inconsistente,
un cristal líquido y frágil,
y mi deseo el vórtice
de este huracán a destiempo que me desvela.
Si los besos huérfanos que desgrano en esta madrugada triste
fuera el óbolo del soborno a Cerbero
que cruel y benéfico
me permitiera remar al infierno anhelado de tu cuerpo.
.
Ay, mi bien, si mi lengua fuera un caracol perezoso
en tus muslos, una mariposa ágil en tu vientre,
y yo una ola antigua que se agotara en las playas de tus caderas...
Sin fecha/2012
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Si pudiera contar los pliegues de tu sonrisa,
habitar las horas que respiras y mecerme
como una hoja en las ramas de tus brazos.
Si tus labios me surcaran el pecho ansioso
como si una tierra sedienta fuera,
mientras asumo con ojos cerrados
que su humedad no es un sueño
y los dioses son sensibles a mis plegarias.
Si la tibieza de tu aliento en mi hombro
me insuflara el ánima de la osadía
y de tu mirada el reclamo
hiciera un mapa preciso
de caminos guiados.
Si tu espalda se ofreciera
como una armadía donde asirme
-náufrago en tu ausencia-
y desde ella abrazado romper la oscuridad
de la noche infinita que acojo.
Ay , mi amor, si la distancia
que nos separa fuera una espiral inconsistente,
un cristal líquido y frágil,
y mi deseo el vórtice
de este huracán a destiempo que me desvela.
Si los besos huérfanos que desgrano en esta madrugada triste
fuera el óbolo del soborno a Cerbero
que cruel y benéfico
me permitiera remar al infierno anhelado de tu cuerpo.
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Ay, mi bien, si mi lengua fuera un caracol perezoso
en tus muslos, una mariposa ágil en tu vientre,
y yo una ola antigua que se agotara en las playas de tus caderas...
Sin fecha/2012
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