Derecho de pernada (más recortes)

[Mario Martínez]

A los últimos recortes en España seguirán otros. Es posible que al final nos exijan:


Derecho de pernada



Llegan en sus monturas repujadas en oro,
corceles pura sangre de convicciones fijas
lanzados al galope para sembrar el caos.
Vienen a sangre y fuego por caminos y trochas
arrasando a su paso derechos conseguidos,
leyes establecidas, libertades ganadas.
Exigen mil tributos a pobres aldeanos
exprimidos al límite, hundiendo sus empleos,
echándolos de casa a golpe de desahucio,
usando el cruel rodillo que da la prepotencia
para pisar sembrados de logros y esperanzas.

Mientras, dejan exentos de impuestos añadidos
a mil terratenientes que ostentan fortalezas,
mansiones desmedidas, palacios y fortunas.
Se extiende la miseria por campos y ciudades,
y el miedo es como un arma que esgrimen cada viernes
que asoman a sus vidas para sangrar su nada.
Estandartes de gloria y de autocomplacencia
tapan el horizonte de pueblos desolados
a los que ya no calma el pataleo inútil,
la resignada suerte del que al poder sucumbe.
Y hay voces que conminan al justo desacato,
a la unión de los débiles, al fin del despotismo.

Políticos, banqueros y falsos mercaderes
huyen en sus caballos de primas y de deudas
dejando a sus espaldas destrucción y silencio.
Traspasarán fronteras llevando sus botines
a los que dictan normas, a la voz de su amo;
rogándoles, si acaso, que en la incursión siguiente,
cual premio merecido a su obediencia ciega,
les dejen arrogarse derecho de pernada.




Doy por supuesto que todos saben lo que era el "derecho de pernada", pero para quienes no lo sepan, decirles que fue, en la Edad Media, la facultad que tenían los señores feudales de poder yacer con una vasalla del pueblo (hasta por la fuerza),la noche antes de que esta contrajera matrimonio con su novio vasallo. Sin que nadie, además, protestara, por la cuenta que le traía.

Mario

[lazaro Habana]

A los últimos recortes en España seguirán otros. Es posible que al final nos exijan:


Derecho de pernada



Llegan en sus monturas repujadas en oro,
corceles pura sangre de convicciones fijas
lanzados al galope para sembrar el caos.
Vienen a sangre y fuego por caminos y trochas
arrasando a su paso derechos conseguidos,
leyes establecidas, libertades ganadas.
Exigen mil tributos a pobres aldeanos
exprimidos al límite, hundiendo sus empleos,
echándolos de casa a golpe de desahucio,
usando el cruel rodillo que da la prepotencia
para pisar sembrados de logros y esperanzas.

Mientras, dejan exentos de impuestos añadidos
a mil terratenientes que ostentan fortalezas,
mansiones desmedidas, palacios y fortunas.
Se extiende la miseria por campos y ciudades,
y el miedo es como un arma que esgrimen cada viernes
que asoman a sus vidas para sangrar su nada.
Estandartes de gloria y de autocomplacencia
tapan el horizonte de pueblos desolados
a los que ya no calma el pataleo inútil,
la resignada suerte del que al poder sucumbe.
Y hay voces que conminan al justo desacato,
a la unión de los débiles, al fin del despotismo.

Políticos, banqueros y falsos mercaderes
huyen en sus caballos de primas y de deudas
dejando a sus espaldas destrucción y silencio.
Traspasarán fronteras llevando sus botines
a los que dictan normas, a la voz de su amo;
rogándoles, si acaso, que en la incursión siguiente,
cual premio merecido a su obediencia ciega,
les dejen arrogarse derecho de pernada.



Mario

Alguien me dijo " Que las leyes fueron hechas para los pobres "
Hay algo cierto. El poder corrompe como el dinero.
Cada vez se nos obliga a vivir más en la desigualdad.
Un poema-protesta , sabes Mario que admiro cuando se alza la voz.
Tu lo haces con hidalguía , lo digo.

Abrazos

lázaro.

[Pilar Morte]

BRAVO, BRAVO Y BRAVO
Abrazos
Pilar

[Gerardo Mont]

Poema que se eleva como un grito, que reclama, como un poeta que ve y comparte con bellos y bien logrados trazos todo el arte de una pluma que sabe lo que dice. De lujo leerte y compartir tu pensamiento. Mis abrazos de amigo.

[Mario Martínez]

Gracias Gitano.
Me alegra saber que te ha gustado esta pataleta poética. Lo cierto es que comenzamos a estar un poco hartos del euro y sus consecuencias.
Un abrazo, compañero.
Mario.

[Guillermo Cumar.]

Primero lo malgastan, se lo llevan y luego ese déficit surgido
nos lo piden nos lo quitan.
La actualidad y sincerismo de tu poema es un grito que demanda
otra tierra, otra mundo otro universo. A sea. unos políticos de verdad
pero no existen.

un abrazo

Guillermo

[Mario Martínez]

Gracias Pilar.
Es de los poemas que salen como un grito, de un tirón, y eso pasa muy de vez en cuando.
Abrazos, amiga mía.
Mario.

[Ramón Carballal]

Me sumo al cien por cien a esta denuncia.Basta ya de que los que ninguna culpa tienen tengan que pagar la desfachatez y la incompetencia de políticos y banqueros. Un poema necesario que aplaudo. Un abrazo.

[Rafel Calle]

Hermoso poema, amigo Mario, que también es un gran documento de la triste realidad que nos está tocando vivir.
Alto y claro, tus alejadrinos nos recuerdan el ocaso de una forma de gestionar que no es sostenible. Los que han robado hasta la expoliación, ahora quieren arreglar las cuentas haciendo pagar a quienes tienen menos culpa y menos recursos.
Cada día tiene más razón Spencer, para esto, mejor una forma de anarquía.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

A los últimos recortes en España seguirán otros. Es posible que al final nos exijan:


Derecho de pernada



Llegan en sus monturas repujadas en oro,
corceles pura sangre de convicciones fijas
lanzados al galope para sembrar el caos.
Vienen a sangre y fuego por caminos y trochas
arrasando a su paso derechos conseguidos,
leyes establecidas, libertades ganadas.
Exigen mil tributos a pobres aldeanos
exprimidos al límite, hundiendo sus empleos,
echándolos de casa a golpe de desahucio,
usando el cruel rodillo que da la prepotencia
para pisar sembrados de logros y esperanzas.

Mientras, dejan exentos de impuestos añadidos
a mil terratenientes que ostentan fortalezas,
mansiones desmedidas, palacios y fortunas.
Se extiende la miseria por campos y ciudades,
y el miedo es como un arma que esgrimen cada viernes
que asoman a sus vidas para sangrar su nada.
Estandartes de gloria y de autocomplacencia
tapan el horizonte de pueblos desolados
a los que ya no calma el pataleo inútil,
la resignada suerte del que al poder sucumbe.
Y hay voces que conminan al justo desacato,
a la unión de los débiles, al fin del despotismo.

Políticos, banqueros y falsos mercaderes
huyen en sus caballos de primas y de deudas
dejando a sus espaldas destrucción y silencio.
Traspasarán fronteras llevando sus botines
a los que dictan normas, a la voz de su amo;
rogándoles, si acaso, que en la incursión siguiente,
cual premio merecido a su obediencia ciega,
les dejen arrogarse derecho de pernada.




Doy por supuesto que todos saben lo que era el "derecho de pernada", pero para quienes no lo sepan, decirles que fue, en la Edad Media, la facultad que tenían los señores feudales de poder yacer con una vasalla del pueblo (hasta por la fuerza),la noche antes de que esta contrajera matrimonio con su novio vasallo. Sin que nadie, además, protestara, por la cuenta que le traía.

Mario

Vaya poema enorme, Mario! Para leer y aplaudir muchas veces.

Un abrazo fuerte hasta Alfaro.

Hallie

[Mario Martínez]

Gracias, Gerardo.
A veces los versos del poeta tienen que ser grito para que se oigan.
Un abrazo.
Mario.

[Mario Martínez]

Hola Guillermo. Gracias por compartir mi punto de vista, amigo mío, y creo que tienes razón, no tenemos los mejores políticos del mundo.
Abrazos.
Mario.

[Rafael Valdemar]

Interesante poema de denuncia nos dejas Mario. Siempre es necesario el compromiso poético para estos tiempos tan duros que vivimos, o más bien sufrimos, por culpa de los caraduras de costumbre.

saludos

rafael

[Josefa A. Sánchez]

Creo que ese derecho ya más o menos se lo han tomado, porque día sí y da también nos dan por...el revés. Un placer venir a un poema bien escrito y contado.
Un abrazo.
Pepa

[Mario Martínez]

Gracias Ramón, totalmente de acuerdo contigo, compañero, y vamos a peor, sin ninguna duda.
Un abrazo.
Mario.