Editorial Alaire

En sus trajes crecen el sarmiento y la lujuria.
La sombra de las sombras busca un color
que divida el sueño. Hay hormigueros en árboles
sin paz, hay rostros en el adoquín como carátulas
viejas. Sí, la raíz y el corazón que sucede, un párpado
con ojos inciertos, la aventura de una lágrima que
fue ciega y transparente. El tránsito, el tránsito
es un enigma que se abre en mar con los penúltimos
alfiles de la pulcritud. Qué hermoso el lánguido gesto
de la pilastra, su cal y su arena, su fingida virtud
de satélite. La forja de un balcón responde a las
rotundas caderas de la impaciencia, la plaza ya no
dibuja su faz, los latidos no alientan el albor de
un recuerdo. Caminamos hacia la memoria, como
remotos cipreses del azul o gabardinas que descubren
la lluvia en cálidos enjambres o en sinuosidades blancas.
¿Y la palabra con su ruin espejo? Un rio es una pregunta,
las escaleras que devoran los cuadros fingen ser un don.
El desencuentro se orilla como un delta en la quietud de la fe.
Hablan las máscaras con el labio mecánico de los príncipes.
Ella es la luz, la historia que arbitra el incienso. El tejido
del cristal configura un sueño y su nave. Riegan los vinos
el mapa del coral y nosotros, súbditos del viento, ejercemos
la caricia con el orgullo innombrable de cualquier ajenidad rota.

Qué bien construyes ese discurso interior que nos transporta y toca todos los ámbitos del sentimiento, Ramón.
Salud.

Sí, así es todo lo que acontece en una fiesta. Maravillosos versos
Abrazos
Pilar

Leer tus poemas es como adentrarse en los sueños ajenos y encontrarse a uno mismo en ellos.
Recuerdo que cuando yo llevaba poco tiempo en Alaire, te leí en una respuesta a un comentario a alguno de tus poemas que intentabas dar una pista con los títulos. La verdad es que el título permite al lector entrar al poema con una idea previa que aplicar al torrente de imágenes que se va a encontrar.
Este poema es de los buenos, Ramón, con todo lo que hace de tu estilo algo inconfundible y alucinante.

Un abrazo.

[quote="Ramón Carballal"]

Tus poemas nunca defraudan Ramón, y este torrente ha sido como una serie de instantaneas recorriendo un salón lleno de falsas sonrisas, de afectados saludos, de estudiados gestos.
Un placer siempre.
Abrazos.

Ramón Carballal escribió:En sus trajes crecen el sarmiento y la lujuria.
La sombra de las sombras busca un color
que divida el sueño. Hay hormigueros en árboles
sin paz, hay rostros en el adoquín como carátulas
viejas. Sí, la raíz y el corazón que sucede, un párpado
con ojos inciertos, la aventura de una lágrima que
fue ciega y transparente. El tránsito, el tránsito
es un enigma que se abre en mar con los penúltimos
alfiles de la pulcritud. Qué hermoso el lánguido gesto
de la pilastra, su cal y su arena, su fingida virtud
de satélite. La forja de un balcón responde a las
rotundas caderas de la impaciencia, la plaza ya no
dibuja su faz, los latidos no alientan el albor de
un recuerdo. Caminamos hacia la memoria, como
remotos cipreses del azul o gabardinas que descubren
la lluvia en cálidos enjambres o en sinuosidades blancas.
¿Y la palabra con su ruin espejo? Un rio es una pregunta,
las escaleras que devoran los cuadros fingen ser un don.
El desencuentro se orilla como un delta en la quietud de la fe.
Hablan las máscaras con el labio mecánico de los príncipes.
Ella es la luz, la historia que arbitra el incienso. El tejido
del cristal configura un sueño y su nave. Riegan los vinos
el mapa del coral y nosotros, súbditos del viento, ejercemos
la caricia con el orgullo innombrable de cualquier ajenidad rota.

Todo el poema es de una fuerza arrolladora, pero destaco estos versos que me han llegado especialmente.
Un abrazo.
Pepa

Julio González Alonso escribió:Qué bien construyes ese discurso interior que nos transporta y toca todos los ámbitos del sentimiento, Ramón.
Salud.

Muchas gracias, Julio, por leerme y comentar. Un abrazo.

Hermoso trabajo, amigo Ramón, en el que resplandece tu personalísimo mundo metafórico.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo.

Pilar Morte escribió:Sí, así es todo lo que acontece en una fiesta. Maravillosos versos
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, eres muy amable. Un abrazo.

Juan Fionello escribió:Leer tus poemas es como adentrarse en los sueños ajenos y encontrarse a uno mismo en ellos.
Recuerdo que cuando yo llevaba poco tiempo en Alaire, te leí en una respuesta a un comentario a alguno de tus poemas que intentabas dar una pista con los títulos. La verdad es que el título permite al lector entrar al poema con una idea previa que aplicar al torrente de imágenes que se va a encontrar.
Este poema es de los buenos, Ramón, con todo lo que hace de tu estilo algo inconfundible y alucinante.

Un abrazo.

El titulo cumple la función de ser una referencia para orientar al lector. Asi lo entiendo yo, al menos. Gracias, Ramón. Un fuerte abrazo.

Marisa Peral escribió:

Ramón Carballal escribió:
Tus poemas nunca defraudan Ramón, y este torrente ha sido como una serie de instantaneas recorriendo un salón lleno de falsas sonrisas, de afectados saludos, de estudiados gestos.
Un placer siempre.
Abrazos.

Gracias, Marisa, por tu amable comentario. Un abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:

Ramón Carballal escribió:En sus trajes crecen el sarmiento y la lujuria.
La sombra de las sombras busca un color
que divida el sueño. Hay hormigueros en árboles
sin paz, hay rostros en el adoquín como carátulas
viejas. Sí, la raíz y el corazón que sucede, un párpado
con ojos inciertos, la aventura de una lágrima que
fue ciega y transparente. El tránsito, el tránsito
es un enigma que se abre en mar con los penúltimos
alfiles de la pulcritud. Qué hermoso el lánguido gesto
de la pilastra, su cal y su arena, su fingida virtud
de satélite. La forja de un balcón responde a las
rotundas caderas de la impaciencia, la plaza ya no
dibuja su faz, los latidos no alientan el albor de
un recuerdo. Caminamos hacia la memoria, como
remotos cipreses del azul o gabardinas que descubren
la lluvia en cálidos enjambres o en sinuosidades blancas.
¿Y la palabra con su ruin espejo? Un rio es una pregunta,
las escaleras que devoran los cuadros fingen ser un don.
El desencuentro se orilla como un delta en la quietud de la fe.
Hablan las máscaras con el labio mecánico de los príncipes.
Ella es la luz, la historia que arbitra el incienso. El tejido
del cristal configura un sueño y su nave. Riegan los vinos
el mapa del coral y nosotros, súbditos del viento, ejercemos
la caricia con el orgullo innombrable de cualquier ajenidad rota.

Todo el poema es de una fuerza arrolladora, pero destaco estos versos que me han llegado especialmente.
Un abrazo.
Pepa

Muchas gracias, Pepa, por leerme y comentar. Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo, amigo Ramón, en el que resplandece tu personalísimo mundo metafórico.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo.

Muchas gracias, Rafel, por acercarte a mi poema y dejarme tu amable comentario. Un abrazo.

[quote="Ramón Carballal"]

Hermosas imágenes, versos que se suceden de una forma cadenciosa, metáforas como enredaderas en torno al verso. Me ha gustado leerte, Ramón. Abrazos.

Excelente este poema dentro de tu estilo que hace que cada muestra parezca un tratado poético. Salud.