Editorial Alaire

Aquel día tan sólo fue la noche
un tributo de dioses libertinos
que incendiaron el pecho y sus pavesas
de un tajo de pasión abrieron el sexo de las vírgenes.
En el atrio de las sombras dormía el silencio de la luz
y ungidas con un óleo de cicuta
hasta mi cama, en lentísima liturgia, venían
quimeras del pasado con su hoz de barro amenazando
y un grito funerario corría en mi garganta,
igual que el pulso indómito de un río
que no encuentra su cauce y se desboca.
Con gran urgencia necesitaba huir
por el mar de unas caderas, pero al ser
apátrida del viento me negaron el velamen
para llegar hasta el país donde siempre
sobre piélagos de escarcha amanece la esperanza.
Ahora, la sal del agua escuece en las llagas de la tierra,
la lluvia, como carnal caricia, se adentra
el bosque prohibido del pecado,
el deseo se pudre en la intimidad desnuda de mi alcoba
y un naufragio de ternura por la sangre fluye
cuando en mi piel desheredada se agitan los alisios.
Me niego a nacer en el umbral de la abstinencia
porque hambreado de amor el futuro proclama su derrota
y en la palabra proscrita ondean oriflamas
que se elevan hasta donde el dolor
sobre páginas de alcohol reescribe mi memoria.

No todos los días se lee un poema de tal calibre como el tuyo Rafael, por ello mis aplausos.
!Una delicia!.
Un abrazo Poeta.

Rafael Valdemar escribió:
Aquel día tan sólo fue la noche
un tributo de dioses libertinos
que incendiaron el pecho y sus pavesas
con un tajo de pasión abrieron el sexo de las vírgenes.
En el atrio de las sombras se dormía el silencio de la luz
y ungidas con un óleo de cicuta
hasta mi puerta, en lentísima liturgia, venían
quimeras del pasado con su hoz de barro amenazando
y un grito funerario corría en mi garganta,
igual que el pulso indómito de un río
que no encuentra su cauce y se desboca.
Con gran urgencia necesitaba huir
por el mar de unas caderas, pero al ser
apátrida del viento me negaron el velamen
para llegar hasta el país donde siempre
sobre piélagos de escarcha amanece la nostalgia.
Ahora, la sal del agua escuece en las llagas de la tierra,
la lluvia, como carnal cariacia, se adentra
el bosque prohibido del pecado,
el deseo se pudre en mi intimidad desnuda
y un naufragio de ternura por la sangre fluye
cuando en mi piel desheredada se agitan los alisios.
Me niego a nacer desde el umbral de la abstinencia
porque hambreado de amor el futuro proclama su derrota
y en la palabra proscrita ondean oriflamas
que se elevan hasta donde el dolor
sobre páginas de alcohol reescribe mi memoria.

Señor Valdemar, este es uno de sus poemas más perfectos. Para leer y releer y disfrutar cada verso. Gratamente impresionada me has dejado. Felicidades.
Un abrazo.

Para mi gusto has escrito un buen poema. Felicidades
Abrazos
Pilar

Rafael Valdemar escribió:Aquel día tan sólo fue la noche
un tributo de dioses libertinos
que incendiaron el pecho y sus pavesas
con un tajo de pasión abrieron el sexo de las vírgenes.
En el atrio de las sombras se dormía el silencio de la luz
y ungidas con un óleo de cicuta
hasta mi puerta, en lentísima liturgia, venían
quimeras del pasado con su hoz de barro amenazando
y un grito funerario corría en mi garganta,
igual que el pulso indómito de un río
que no encuentra su cauce y se desboca.
Con gran urgencia necesitaba huir
por el mar de unas caderas, pero al ser
apátrida del viento me negaron el velamen
para llegar hasta el país donde siempre
sobre piélagos de escarcha amanece la nostalgia.
Ahora, la sal del agua escuece en las llagas de la tierra,
la lluvia, como carnal cariacia, se adentra
el bosque prohibido del pecado,
el deseo se pudre en mi intimidad desnuda
y un naufragio de ternura por la sangre fluye
cuando en mi piel desheredada se agitan los alisios.
Me niego a nacer desde el umbral de la abstinencia
porque hambreado de amor el futuro proclama su derrota
y en la palabra proscrita ondean oriflamas
que se elevan hasta donde el dolor
sobre páginas de alcohol reescribe mi memoria.

Perdón, pero a mí me gustaría leer un comentario sobre lo que quiere decir el poeta. Cual es el mensaje que nos deja.
El mejor comentario es aquél donde se alaba lo que transmite, lo que está a la vista o lo subjetivo. Eso que toca las fibras sensibles de nuestro entendimiento.
Fácil me sería decir: "Hermoso poema, bellísimo" cuando realmente no lo entiendo por más lecturas que le he dedicado.

Amigo Rafael, soy sincera, espero no te moleste ya que sería una hipocresía de mi parte.
Admiro a los poetas que pueden escribir con metáforas, algo que yo no puedo.
Te abrazo desde mi mar, poeta.

Matilde

Matilde Maisonnave escribió:

Rafael Valdemar escribió:Aquel día tan sólo fue la noche
un tributo de dioses libertinos
que incendiaron el pecho y sus pavesas
con un tajo de pasión abrieron el sexo de las vírgenes.
En el atrio de las sombras se dormía el silencio de la luz
y ungidas con un óleo de cicuta
hasta mi puerta, en lentísima liturgia, venían
quimeras del pasado con su hoz de barro amenazando
y un grito funerario corría en mi garganta,
igual que el pulso indómito de un río
que no encuentra su cauce y se desboca.
Con gran urgencia necesitaba huir
por el mar de unas caderas, pero al ser
apátrida del viento me negaron el velamen
para llegar hasta el país donde siempre
sobre piélagos de escarcha amanece la nostalgia.
Ahora, la sal del agua escuece en las llagas de la tierra,
la lluvia, como carnal cariacia, se adentra
el bosque prohibido del pecado,
el deseo se pudre en mi intimidad desnuda
y un naufragio de ternura por la sangre fluye
cuando en mi piel desheredada se agitan los alisios.
Me niego a nacer desde el umbral de la abstinencia
porque hambreado de amor el futuro proclama su derrota
y en la palabra proscrita ondean oriflamas
que se elevan hasta donde el dolor
sobre páginas de alcohol reescribe mi memoria.

Perdón, pero a mí me gustaría leer un comentario sobre lo que quiere decir el poeta. Cual es el mensaje que nos deja.
El mejor comentario es aquél donde se alaba lo que transmite, lo que está a la vista o lo subjetivo. Eso que toca las fibras sensibles de nuestro entendimiento.
Fácil me sería decir: "Hermoso poema, bellísimo" cuando realmente no lo entiendo por más lecturas que le he dedicado.

Amigo Rafael, soy sincera, espero no te moleste ya que sería una hipocresía de mi parte.
Admiro a los poetas que pueden escribir con metáforas, algo que yo no puedo.
Te abrazo desde mi mar, poeta.

Matilde

Primero aplaudir tu sinceridad Matilde.
Segundo decirte lo que siempre he dicho, digo y diré, y es que tan sólo quien escribe, sabe lo que escribe y por qué lo escribe.
En éste caso, he querido desglosar segun mi humilde óptica lectora las claves del poema del compañero Rafael, por colores y por negrita,"creo" con con ellas y con el titulo del poema, descubrirás el alma del poema.

Muy bueno, Rafael. Es indudable la calidad de tu poesía. Un abrazo.

Hola Rafael.
Hermoso y contundente poema, amigo mío.
A mí también me gustaría saber escribir con bellas imágenes y adecuadas metáforas, como lo haces tú y algunos otros compañeros de foros, pero sólo sé hacerlo como lo hago, pecando quizá a veces de sencillez metáforica.
Reconozco además (lo he hecho muchas veces), que no siempre llego a comprender el sentido de lo escrito y hay cosas que se me escapan, pero no dejo de reconocer que es algo normal el que así suceda, ya que como dice Quinteño, sólo el poeta sabe lo que quiso decir. Me basta con lo que el poema, su musicalidad, su fuerza, me transmite, leo y disfruto leyendo.
Un placer, compañero.
Abrazos.
Mario.

Me ha gustado tu poema, aunque sea incapaz de explicarlo. La poesía me gusta especialmente cuando me hace sentir y este es el caso. Mi aplauso.
Un abrazo.
Pepa

Quinteño gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras
saludos

rafael

Profundamente humano. Cuidada, íntima descripción de un estar proclive a caer en lo vano... has logrado, digo, evadir toda ligereza en un excelente poema. Felicitaciones.

Lu

Rafael Valdemar escribió:Aquel día tan sólo fue la noche
un tributo de dioses libertinos
que incendiaron el pecho y sus pavesas
de un tajo de pasión abrieron el sexo de las vírgenes.
En el atrio de las sombras dormía el silencio de la luz
y ungidas con un óleo de cicuta
hasta mi cama, en lentísima liturgia, venían
quimeras del pasado con su hoz de barro amenazando
y un grito funerario corría en mi garganta,
igual que el pulso indómito de un río
que no encuentra su cauce y se desboca.
Con gran urgencia necesitaba huir
por el mar de unas caderas, pero al ser
apátrida del viento me negaron el velamen
para llegar hasta el país donde siempre
sobre piélagos de escarcha amanece la esperanza.
Ahora, la sal del agua escuece en las llagas de la tierra,
la lluvia, como carnal cariacia, se adentra
el bosque prohibido del pecado,
el deseo se pudre en la intimidad desnuda de mi alcoba
y un naufragio de ternura por la sangre fluye
cuando en mi piel desheredada se agitan los alisios.
Me niego a nacer en el umbral de la abstinencia
porque hambreado de amor el futuro proclama su derrota
y en la palabra proscrita ondean oriflamas
que se elevan hasta donde el dolor
sobre páginas de alcohol reescribe mi memoria.

Rafael, cuando el pulso de un poema, hace que los latidos se aceleren, porque la fuerza del conjunto es potente, más allá de la forma o la sutileza del lenguaje, creo que puede decirse que se está frente a eso que el hombre ha denominado Arte, y que luego de hacerlo, por más que se esmera en transmitir su sentido, no lo logra, ya que va más allá del entendimiento.
Un placer leerte, Luna.-

Pilar gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

Me ha gustado este poema, es sugerente y las metáforas son hermosas.
Un saludo.

Gran altura lírica y literaria la de este poema, Rafael.

A propósito del comentario de Matilde, me gustaría decir algo que no por repetido es menos cierto, y es que comprender un poema no es exactamente igual que comprender otros tipos de textos. Por supuesto que un poema puede ser transparente, los hay así y muy buenos, pero es que hay muchas formas de escribir poesía, y no hay una que sea mejor que otra. Simplemente, sea cual sea la forma en la que se escriba, transparente, hermética, surrealista, simbolista y cualquier otra forma que exista, haya existido o se invente en el futuro, puede hacerse mediante buenos poemas y malos poemas, o al menos es lo que pienso.

Este tuyo, Rafael, lo considero de los buenos, y quizá no sea capaz de "traducirlo" en su totalidad, sobre todo porque la capacidad de evocación de los versos explota en las propias experiencias del lector, y el poema nace de nuevo cada vez que un lector lo lee, quizá con significados diferentes, pero manteniendo esa inquietud, esa frustración de la urgencia que en tu poema se transmite con bastante nitidez a través de un lenguaje, un ritmo y unos recursos metafóricos verdaderamente poderosos.

Un abrazo, Rafael, felicidades por el poema.