Editorial Alaire

Jamás podré olvidar nuestra primera cita,
aquel instante mágico y eterno.
Y es que las cosas que suceden por primera vez
pretenden ese rango inmutable de lo definitivo.
Porque el olvido es territorio ruin de una memoria fósil
es por lo que te traigo hoy a este poema.
¿te acuerdas, vida mía?
Tú escapabas de aquel ascensor triste
con la expresión ingenua de la Maga en tu pupila
y la fragilidad de una muñeca de Biscuit.
y yo, que nunca fui de Oliveira por la vida, te presagiaba ya,
sin más divisa que aquel recato infantil en la mirada
y un volcán a estrenar en la maleta.
Le boulevard Raspail se te rindió, inclinado a tus pies
(y a los secretos de tu minifalda)
como una fortaleza de Verona sin patrias potestades ni prejuicios.
Aún retengo en la memoria viva
la trémula mordaza de tus labios en mi boca
al quite de un te quiero interrumpido.
Lo recuerdo bien, éramos jóvenes apátridas
sobrevivientes de una pizarra negra y opresora
y la carne exigía su cuota inaugural de inédita impudicia.
Créeme lo que afirmo, princesa de mis sueños,
ahora que los tiempos han cambiado no vengo de mendigo
pero deja que te diga en esta madrugada
que ya no me sostiene ni la copa
que este relato cruel que aquí te cuento
fue una historia de amor
y las historias de amor nada tienen que ver con el olvido,
no se pueden morir
porque están hechas de la misma masa gloriosa que los mitos.

Vicente Fernández-Cortés escribió:Jamás podré olvidar nuestro primer encuentro,
aquel instante mágico y eterno.
Y es que las cosas que suceden por primera vez
pretenden ese rango inmutable de lo definitivo.
Porque el olvido es territorio ruin de una memoria fósil
es por lo que te traigo ahora a este poema.
¿Recuerdas, vida mía?
Tú escapabas de aquel triste ascensor
con la expresión ingenua de la Maga en tu pupila
y la fragilidad de una muñeca de Biscuit.
y yo, que siempre fui de corto por la vida, te presagiaba así,
sin más bagaje que un recato infantil en la mirada.
Le boulevard Raspail se te rindió, inclinado a tus pies
y a los secretos de tu minifalda
como una fortaleza de Verona sin patrias potestades ni prejuicios.
Aún retengo en la memoria viva
la trémula mordaza de tus labios en mi boca
al quite de un te quiero interrumpido.
Lo recuerdo bien, éramos jóvenes apátridas
desertores de una pizarra negra y opresora
y la carne exigía su cuota inaugural de inédita impudicia.
Créeme lo que afirmo, princesa de mis sueños:
Ahora que los tiempos han cambiado no vengo de mendigo
pero deja que te diga en esta madrugada
que ya no me sostiene ni la copa
que este relato cruel que ahora te cuento
fue una historia de amor
y las historias de amor nada tienen que ver con el olvido,
no se pueden morir
porque están hechas de la misma masa gloriosa que los mitos.

Un poema hermosísimo y magno. La historia, la forma, el estilo y las imágenes conciben una lírica superior.

Ovación cerrada y sostenida, hermano poeta!

Hallie

Un amor con mayúscula se vierte en estos versos hermosos. Felicidades
Abrazos
PIlar

[quote="Vicente Fernández-Cortés"]

Es cierto que las cosas que ocurren por primera vez llevan el título de "para siempre", aunque hay ocasiones que las circunstancias parecen coaligarse para aportar su dosis de caducidad. Un hermosísimo poema, Vicente. Saludos.

¡Qué preciosidad de historia! Los recuerdos permanecen vivos cuanto más tiempo pasa. El primer amor y el beso, todo tan mágico...
La vida con éxitos y fracasos, el reloj que no para; un día uno se da cuenta que eso de querer crecer en años y estatura, nos lleva a revivir la juventud, a desearla porque no hay nada más bello.

Abrazos desde mi mar

Matilde

Un hermoso poema de gran altura lírica el que nos ofreces para el disfrute del lector. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Vicente Fernández-Cortés escribió:Jamás podré olvidar nuestro primer encuentro,
aquel instante mágico y eterno.
Y es que las cosas que suceden por primera vez
pretenden ese rango inmutable de lo definitivo.
Porque el olvido es territorio ruin de una memoria fósil
es por lo que te traigo ahora a este poema.
¿Recuerdas, vida mía?
Tú escapabas de aquel triste ascensor
con la expresión ingenua de la Maga en tu pupila
y la fragilidad de una muñeca de Biscuit.
y yo, que siempre fui de corto por la vida, te presagiaba así,
sin más bagaje que un recato infantil en la mirada.
Le boulevard Raspail se te rindió, inclinado a tus pies
y a los secretos de tu minifalda
como una fortaleza de Verona sin patrias potestades ni prejuicios.
Aún retengo en la memoria viva
la trémula mordaza de tus labios en mi boca
al quite de un te quiero interrumpido.
Lo recuerdo bien, éramos jóvenes apátridas
desertores de una pizarra negra y opresora
y la carne exigía su cuota inaugural de inédita impudicia.
Créeme lo que afirmo, princesa de mis sueños:
Ahora que los tiempos han cambiado no vengo de mendigo
pero deja que te diga en esta madrugada
que ya no me sostiene ni la copa
que este relato cruel que ahora te cuento
fue una historia de amor
y las historias de amor nada tienen que ver con el olvido,
no se pueden morir
porque están hechas de la misma masa gloriosa que los mitos.

Un poema hermosísimo y magno. La historia, la forma, el estilo y las imágenes conciben una lírica superior.

Ovación cerrada y sostenida, hermano poeta!

Hallie

Tu opinión de poeta de mi devoción honra este poema sentimental.

Muchas gracias, Hallie.

Buenos recuerdos alimentados de amor con la lírica poesía
fardando de verso y de palabra.

Un placer, amigo, de lectura

Un abrazo

Guillermo

Hola Vicente.
Una historia de amor preciosa y muy bien contada, amigo mío.
La nostalgia del recuerdo que vuelve. Perfecta y hermosa, si sigue siendo una nostalgia compartida. Abrazos.
Mario.

Un poema excelente, sin la menor duda. Enhorabuena y un abrazo.

Pilar Morte escribió:Un amor con mayúscula se vierte en estos versos hermosos. Felicidades
Abrazos
PIlar

Muchas gracias, Pilar. Tu autorizada opinión eleva la autoestima del poeta.

Un beso

ayayayyyy... Vicente, los recuerdos... ¿sabes? siempre he dicho que no debian existir y siempre también después me hago la misma pregunta ¿ o sí debian existir?

Y siempre tambien me quedo sin respuesta.

Abrazos, Vicente, desde aquí.

[quote="Vicente Fernández-Cortés"]


y las historias de amor nada tienen que ver con el olvido,
no se pueden morir
porque están hechas de la misma masa gloriosa que los mitos.


Es una preciosa historia de amor, Vicente, y como dices no puede morir ni es pasto del olvido.
Una maravilla ¡ays!
Abrazos nostálgicos.

Vicente Fernández-Cortés,


Maravillosos versos
para disfrutar despacio
como el amor mismo


Un abrazo fuerte, querido amigo

Siempre hay arte en tu pluma, Vicente...y para acreditarlo nos dejas este bello poema de amor y memori-que no olvido- Me gustó y lod sifruté leyendo

saludos

rafael