Editorial Alaire

Tendido al sol,
observo el caprichoso discurrir
de nubes que huyen
y se transforman. Dilatándose,
me ofrecen rostros de macho cabrío,
vulvas virtiendo magma vaporoso
por sus ojos de can inteligente,
mientras un elefante distorsiona
su cara porcina y risueña.
La gente alrededor se afana
siempre entre ruidos
y afeites de supermercado
barato.
Yo pienso en ti
que estás tan cerca
embarcada en la nave funeral
hacia el ocaso.
¿Por qué, gran dios
del sol y de los cielos,
me has hecho desvalido y pequeño
en esta Tebas inmensa
del olvido?

He disfrutado tu hermoso poema, Un placer
Abrazos
Pilar

No estás desvalido, amigo. Radiante entre tus versos
aunque te cueste salir de Tebas.

Un abrazo

Guillermo

ROBERTO LÓPEZ escribió:

¿Por qué, gran dios
del sol y de los cielos,
me has hecho desvalido y pequeño
en esta Tebas inmensa
del olvido?

Esta estrofa final es preciosa y yo no te veo nada desvalido, amigo poeta.
Me ha encantado esa observación de las nubes y las caprichosas formas que adivinamos en ellas mientras nunca se detienen.
Felicidades y un abrazo.

Pilar Morte escribió:He disfrutado tu hermoso poema, Un placer
Abrazos
Pilar

Encantado de crear "buen rollo", Pilar. Saludos.

Hermosos versos donde los ojos y la mente se concentran en la belleza de la naturaleza, y juega como un niño imaginando figuras en el cielo.
La realidad rompe el magnetismo de lo bello.
¡Un placer leerte Roberto!

Abrazos desde mi mar

Matilde

Aplaudo este viaje a una Tebas bajo el cielo en la que aun navegan barcos funerarios. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

Guillermo Cuesta escribió:No estás desvalido, amigo. Radiante entre tus versos
aunque te cueste salir de Tebas.

Un abrazo

Guillermo

Tebas es intrincada e inmensa. No encuentro la salida. Gracias, Guillermo.

Versos de gran contenido poético y sentimiento que se prende del lector. Se disfrutan tus letras, tu estilo propio, tus imágenes, poeta. Mis abrazos de amigo.

Crece el poema, Roberto, hasta alcanzar ese final espléndido. Poesía en estado puro con el mismo poder de transformarse que las propias nubes.

Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

ROBERTO LÓPEZ escribió:


¿Por qué, gran dios
del sol y de los cielos,
me has hecho desvalido y pequeño
en esta Tebas inmensa
del olvido?

Esta estrofa final es preciosa y yo no te veo nada desvalido, amigo poeta.
Me ha encantado esa observación de las nubes y las caprichosas formas que adivinamos en ellas mientras nunca se detienen.
Felicidades y un abrazo.

Agradezco tu cariño y amabilidad, Marisa. Besos.

Buen poema, Roberto. Imágenes sorprendentes y un final muy logrado. Saludos cordiales.

Matilde Maisonnave escribió:Hermosos versos donde los ojos y la mente se concentran en la belleza de la naturaleza, y juega como un niño imaginando figuras en el cielo.
La realidad rompe el magnetismo de lo bello.
¡Un placer leerte Roberto!

Abrazos desde mi mar

Matilde

Las nubes caprichosas son el escenario imprescindible para el dolor. Gracias, Matilde.

Impresionante la fuerza de este trabajo, Roberto. Lectura recomendada para los amantes de la Poesía.

Felicitaciones y muchos aplausos!

Hallie

Josefa A. Sánchez escribió:Aplaudo este viaje a una Tebas bajo el cielo en la que aun navegan barcos funerarios. Un placer venir.
Un abrazo.
Pepa

el

Gracias, Pepa. Que el barco funerario espere mucho tiempo aún en su remanso dorado. Abrazos.