Editorial Alaire

Preciosismo y fineza en cada imagen. El ritmo, una delicia.

Felicitaciones y aplausos, Estela!

Hallie

Hermoso poema, de los que se disfrutan. Un placer seguir tu palabra
Abrazos
Pilar

Estela Aguilar escribió:Detesto sentirme
diminuta y volátil
semilla al viento.
He deshojado
mis capas de cebolla
y soy puro centro
sin órbita
palpitando frágil
perceptible apenas
a ningún ojo.
El aire se ha parado.
Parado está el tiempo.
Y no sé por qué lato
ni si me inventaré
de junco tras las crecidas
o me arrastrarán
las simas, quedando
sepultada y extinta
como fósil, esqueleto,
pátina de tiza,
hebra rota de seda,
sal disuelta,
canto rodado,
marea baja, fósforo
apagado,
diente de león,
oxígeno,
alga de pantano.

Nada hay por pequeño que sea, incapaz de ejercer un efecto en su entorno, pensemos en el maravilloso influjo que ejerce la semilla del diente de leòn al verla volar.
Me gustò mucho leerte otra vez Estela, un saludo para ti, Luna.-

Estela Aguilar escribió:Detesto sentirme
diminuta y volátil
semilla al viento.
He deshojado
mis capas de cebolla
y soy puro centro
sin órbita
palpitando frágil
perceptible apenas
a ningún ojo.
El aire se ha parado.
Parado está el tiempo.
Y no sé por qué lato
ni si me inventaré
de junco tras las crecidas
o me arrastrarán
las simas, quedando
sepultada y extinta
como fósil, esqueleto,
pátina de tiza,
hebra rota de seda,
sal disuelta,
canto rodado,
marea baja, fósforo
apagado,
diente de león,
oxígeno,
alga de pantano.

Tus poemas no son precisamente diminutos ni volátiles, sino grandes, contundentes, rotuntos a pesar de la cortedad de sus versos. Me recuerdan a los juegos de fuego artificial: cuando el cohete se dispara apenas es un silbido, pero acaba estallando contra el cielo de la noche en un mar de luces y colores. Es un lujo contar con tus poemas en el foro. Abrazos.

Encantada de leer estos preciosos versos. Mis saludos cordiales, Estela.

Creo no equivocarme si afirmo que no hay un sólo ser humano que haya llegado a un determinado estado de desarrollo de su consciencia antropocósmica que no experimente este estado de absoluta desnudez espiritual, de ser pura consciencia de sí mismo, despojado de todas las determinaciones culturales y sociales que se imponen como ataduras o atavismos que impiden el progreso, la evolución hacia un estado de limpieza espiritual que nos permita replantear nuestra existencia y su propósito desde razones más profundas que el ego y la vanidad que nos corrompen. Este poema y la poesía que contiene son de una pureza prístina, angelical, y su belleza sublime lo ubican como ejemplo y modelo de valor universal.

Juan Marcos

Estela Aguilar escribió:

Detesto sentirme
diminuta y volátil
semilla al viento.
[...]
diente de león,
oxígeno,
alga de pantano.

Encantada de volver a leerte, Estela, un delicado poema que no tiene nada de Diminuto ni de Volatil.
Felicidades y un abrazo.

Muy bello, disfruté leyendo tu poema. Saludos cordiales.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Preciosismo y fineza en cada imagen. El ritmo, una delicia.

Felicitaciones y aplausos, Estela!

Hallie

Me alegra mucho tu generosa valoración. Besos.

Lugares comunes y propios en los que es fácil reconocerse, Estela, me ha gustado mucho, ya desde el título, lo he sentido cercano, sincero, bello...

Un abrazo.

Hermoso poema, amiga Estela, que empieza de forma contundente y termina en las grandes elucubraciones de los que se saben tránsito.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Un cordia abrazo.

Pilar Morte escribió:Hermoso poema, de los que se disfrutan. Un placer seguir tu palabra
Abrazos
Pilar

Gracias por esa gozosa lectura. Un abrazo.

Estela, me identifico con tu bello poema. Un abrazo.

Luna de Nos escribió:

Estela Aguilar escribió:Detesto sentirme
diminuta y volátil
semilla al viento.
He deshojado
mis capas de cebolla
y soy puro centro
sin órbita
palpitando frágil
perceptible apenas
a ningún ojo.
El aire se ha parado.
Parado está el tiempo.
Y no sé por qué lato
ni si me inventaré
de junco tras las crecidas
o me arrastrarán
las simas, quedando
sepultada y extinta
como fósil, esqueleto,
pátina de tiza,
hebra rota de seda,
sal disuelta,
canto rodado,
marea baja, fósforo
apagado,
diente de león,
oxígeno,
alga de pantano.

Nada hay por pequeño que sea, incapaz de ejercer un efecto en su entorno, pensemos en el maravilloso influjo que ejerce la semilla del diente de leòn al verla volar.
Me gustò mucho leerte otra vez Estela, un saludo para ti, Luna.-

Y a mí me encanta encontrarte de nuevo. Un abrazo, Luna.