Editorial Alaire

Hallie Hernández Alfaro escribió:Vaya trabajo hermoso, Juan Marcos!

Aplausos especiales para esta estrofa,


"Luego el silencio, el abismo, la palabra negada,
dardos de sinrazón que se lanzan en abanico
a destruir la calma, a abortar cada intento
de nacer en la luz y su espejo, en la flor y su aroma. "


Felicitaciones y saludos,

Hallie

Pilar Morte escribió:El amor lo llevamos dentro, el otro sólo sirve de aparcamiento, por eso me gustó el título. Poema de hermosos versos
Abrazos
Pilar

Quinteño de Greda escribió:Juan nada me gustaría más que equivocarme en mi comentario, pero veo mucho desgarro en tu poema, ignoro si es fruto del azar al crear tu poema, o por el contrario son vivencias tuyas....

Fuere lo que fuere, te dejo mis alabanzas y me quedo con ésto:

Ella se fue, se ha ido, y recitas las mismas melodías
para no creerlo, para sucumbir al encanto
que tienen las mentiras y te vas
muriendo en cada compás de la nostalgia.

Juan Marcos escribió:
EL AMOR NO ES ALGO QUE SE BUSQUE EN OTRO...


Luego el silencio, el abismo, la palabra negada,
dardos de sinrazón que se lanzan en abanico
a destruir la calma, a abortar cada intento
de nacer en la luz y su espejo, en la flor y su aroma.

Ella se fue, se ha ido, y recitas las mismas melodías
para no creerlo, para sucumbir al encanto
que tienen las mentiras y te vas
muriendo en cada compás de la nostalgia.


Juan Marcos

Juan Marcos escribió:EL AMOR NO ES ALGO QUE SE BUSQUE EN OTRO...
repitiéndose obsesivamente,
reclamando el espacio negado en la memoria,
acudiendo a la cita puntual
en que el corazón quiere dejar el pálpito
y el alma desencarnar la vida que le arrastra.

Luego el silencio, el abismo, la palabra negada,
dardos de sinrazón que se lanzan en abanico
a destruir la calma, a abortar cada intento
de nacer en la luz y su espejo, en la flor y su aroma.

El hilo del pensamiento salta en un remolino
volviendo irremediablemente al instante
en que la mirada quedó fijada al verso
donde pasado y futuro unieron la vereda:
no es verdad, no es verdad,
podrás callar el llanto y reír,
podrás vagar el sinsentido y hacer de la vida
la inercia de todo lo que anhelas y sofocas.
Podrás mirar para el lado del error,
pero nunca, nunca, dejar que en la mentira
florezca una razón para negarla.

Un compás más y Compañera se convierte en compañía.
Los rastros del dolor surcan las grietas de tu rostro,
sembrando lágrimas que no buscan lo que encuentran:
palabras sórdidas, lamentos, gritos desesperados
en la sorda e inconmensurable fuente del olvido.

Quieres mentirte y repites la misma letanía,
hasta que el cansancio te vence y te convence
de que la historia tiene esquirlas apagadas,
sombras largas que en el crepúsculo encarnan la derrota.

No hay mañana para amanecer desnudo,
despojado de la monótona ironía
que se apresta a reunir corolas de infortunio.

Ella se fue, se ha ido, y recitas las mismas melodías
para no creerlo, para sucumbir al encanto
que tienen las mentiras y te vas
muriendo en cada compás de la nostalgia.


Juan Marcos