Esteban Granado escribió:La pieza, querida Hallie (que no conocía, ¡pobre inculto de mí!), suena, efectivamente, a Manhattan, tiene el sonido del barrio peligroso, violento, pero, a la vez, deja traslucir el deje triste del desarraigo. Tiene el poder de evocar las mejores películas del género, El Padrino, Una historia del Bronx...
No es fácil componer un poema a la altura de la obra de Piazzolla, es una tarea para atraverse a ella, para alguien que se atreve a ello y sabe que va a salir triunfante del envite, alguien que decide hacerlo y ya al tomar la decisión supera todas las dificultades, para alguien como tú.
Un fuerte abrazo y gracias por compartir tanto arte con nosotros.
Esteban
Esteban amigo, siempre es un honor contar con tus reflejos solidarios y generosos.
La pieza fué nominada en 1993 para los premios Gramy en la categoría mejor composición instrumental; cuando la volví a escuchar hace una semana se me vinieron un montón de imágenes mezcladas con los datos biográficos del maestro Piazzolla -el tango Adios Nonino, escrito para el padre, esa dualidad de arraigo compartida entre Buenos Aires y Nueva York-; su estilo tan propio lo llevó a luchar contra la corriente de su época. Hay pena, intensidad, nostalgia, entrega, magia y una sensibilidad enorme en Oblivion (que viene a significar olvido)
Con mi humilde intento quise homenajear ese cúmulo de talento reunido en una sola obra y negar, a toda costa, el Olvido.
Muchas gracias por tu visita entrañable, querido poeta.
Un abrazote,
Hallie