Editorial Alaire

Catorce perlas, (soneto).


Catorce son las perlas de su aforo
en métrico joyero custodiado,
-deposito sublime y cotizado-
que aloja la razón de su tesoro.

Estuche tan valioso como el oro,
por plumas es abierto y destapado,
y el nácar por el tiempo… ya pasado,
no sufre ni padece deterioro.

Ejércitos de mentes y escribanos
cultivan hoy labores del conteo,
en mares muy profundos y arcanos

alhajas del collar de mi deseo.
Si aljófares engarzan unas manos,
catorce son las perlas que yo leo.

Ingeniosa loa al soneto que merece, como bien describes, todos los parabienes y alabanzas. Es un arte difícil, pero grato cuando se consigue aunar lirismo y métrica.
Salud.

Precioso collar de perlas negras en que la forma consagrada del soneto habla de sí para sí reivindicando su ser eterno.

Juan Marcos

Tu estuche es artístico, amigo. Poéticamente bien tallado. Por ello yo presumo de habértelo leído y por ende mi lectura termina en un aplauso y un abrazo

Guillermo

Catorce perlas bien engarzadas para dar forma a este precioso collar. Un placer leerte
Abrazos
Pilar

Maravilloso, Quinteño. Lo has logrado con maestría. Nada fácil, pero tú te has deslizado por los catorce versos como si fuera sencillo.

Felicitaciones
Un abrazo
Ana

Muchas gracias a los compañeros que dejaron su amable huella. Abrazos.